Subidas del 3,3 por ciento en los primeros compases de la sesión de hoy a lo que hay que unir una semana pasada casi perfecta si no fuera por la recogida de beneficios el jueves y viernes que con las subidas de hoy casi están compensadas.
Esta es la carta de presentación en el corto plazo de las acciones del Banco Santander que parece que están despertando y levantándose de la paliza recibida por la pandemia del Covid-19. Y es que la empresa que más peso tiene en el selectivo español llegó a descolgarse ni más ni menos que un 55 por ciento hasta los mínimos del pasado 20 de mayo y desde ese momento lleva una revalorización del 20 por ciento en tan solo nueve sesiones.
Desde el punto de vista hay que resaltar la ruptura por la parte superior de una cuña descendente y eso suele tener connotaciones alcistas para el valor si es capaz de romper los máximos de la semana pasada en los 2,17 euros y encima lo hace con una característica que de momento se está echando en falta: volumen.
Es precisamente esa falta de volumen la que me hace estar esperando la consolidación de los 2,20 euros para entrar en el valor con mayores garantías de éxito si bien es cierto que la debilidad del sector bancario también me hace ser disciplinado con un stop de pérdidas colocado bajo los mínimos del pasado jueves en los 2,01 euros.
Así que mejor esperar a la ruptura de los 2,20 euros y ver un alto volumen de contratación que entrar ahora por las ansia de no quedarse fuera de la recuperación de precios y acabar viendo otro ataque fallido como el pasado 30 de abril.
No obstante, para un inversor de largo plazo hay pocas dudas. Las acciones del Banco Santander tardarán más o tardarán menos en acometer la ruptura al alza de los 2,20 euros, pero lo harán y ante dicha tesitura la compra partida en dos o tres órdenes espaciadas en el tiempo no es ninguna locura.