Semana de ida y vuelta la que estamos viviendo en los principales índices bursátiles del mundo. Tras el frenesí comprador de la semana pasada las dudas se han vuelto a apoderar de los inversores, que tras las fuertes subidas acumuladas han decidido recoger beneficios. Estas dudas han vuelto a teñir de sombras al mercado y ahora la pregunta que nos hacemos es la siguiente: ¿hasta cuándo?
Siempre he defendido que la inversión en bolsa es un reto intelectual fascinante, ¡verdaderamente así lo creo!. Los principales sesgos cognitivos a los que nos enfrentamos perturban nuestra mente y el miedo al ver fluctuar nuestro dinero todos los días alimenta de codicia y pánico nuestro estado anímico.
Un trader profesional aprende a lidiar con la mayor parte de sus emociones y necesariamente debe comprender sus actitudes, más que sus aptitudes. Por supuesto que las aptitudes son necesarias para invertir, pero un teórico sin temple es destrozado por el mercado. De ahí que la bolsa cotice en tendencias y que las tendencias tengan continuos vaivenes.
Si lo que pretendemos es hacer un ejercicio de comprensión sobre el mercado, necesitamos obviar las preguntas que nos acercan al sesgo predictivo. No es importante preguntarse ¿hasta cuándo? es importante preguntarse ¿y ahora qué?. La respuesta es simple y se responde con una de estas tres respuestas: comprar, mantener o vender; ¡no hay mas!.
Durante los meses de abril y mayo las principales bolsas mundiales han logrado construir un proceso técnico de cambio de tendencia en las principales bolsas mundiales, en USA en forma de V y en Europa en forma de doble suelo.
Liderado por la tecnología, Wall Street ha logrado nuevamente cotizarse en sus máximos históricos (NASDAQ100) o cerca de ellos (SP500), mientras Europa sigue avanzando con debilidad, pero al acecho de los mismos.
El Ibex 35 como ya viene siendo habitual, el farolillo rojo de los índices. Estos movimientos apuntalados por un fallo bajista en los mínimos del crash, marcan una convergencia generalizada de las cotizaciones que nos viene a decir que la cosa va en serio.
En marzo y abril las bolsas han construido un proceso técnico de cambio. En USA en forma de V y en Europa en forma de doble suelo.
Los mercados sanos siempre vienen abanderados por una gran confirmación en su amplitud, lo que sugiere que el dinero entra sin contemplaciones. Técnicamente el mercado se ha rearmado desde un proceso chartista que se conoce como doble suelo y que justo la semana pasada se confirmo, con una sesión contundente que absorbió toda la oferta de precios que ofrecía resistencia al mercado.
Una vez más, el mercado subió sin contemplaciones, liquidando toda referencia de precios válida y por ende a los bajistas. Cierto que podemos buscar argumentos en los datos de paro de USA, en el apoyo del BCE a la banca comercial y en el éxito (por ahora) del desconfinamiento. Pero lo que está claro es que el mercado nos está diciendo que corrigió en exceso la incertidumbre sobre la pandemia y que ahora que tiene cierta visibilidad sobre sus repercusiones, devuelve las cotizaciones allá donde merecen.
Estos procesos no son habituales y si bien es cierto que el comportamiento de las bolsas en Europa es algo más coherente que en Wall Street, la realidad es que la vuelta a los máximos del NASDAQ100 nos deja un mensaje muy claro, mientras haya liquidez en los mercados las bolsas no van a parar. La fuerza impera en los mercados y la tendencia alcista de largo plazo, sigue intratable.
Con todos esos argumentos encima de la mesa ya estamos en condiciones de dar una respuesta a la pregunta que anteriormente les hacía; ¿y ahora qué?
Los bajistas lo vana tener complicado.
Teniendo en consideración las pautas chartistas de vuelta y la demostración de fuerza de las bolsas, es obvio que los bajistas lo van a tener complicado. Ni un crash ha hecho temblar la codicia en las bolsas ni teñir de dudas duraderas al mercado.
El peligroso autoconvencimiento de los inversores americanos sobre las bolsas se ha rearmado. Aquellos que desde 2009 se han acostumbrado a pensar que las bolsas nunca caen han visto reafirmado su convencimiento y esto podría incluso acelerar las cotizaciones.
La liquidación que hemos vivido en marzo ha barrido del mercado a millones de inversores, que siguen con munición (bastante menos de la que tenían), pero con un sentimiento de dolor y el arrepentimiento.
Lógico es pensar que las bolsas corrigen los excesos a corto plazo, como realista es pensar lo absurdo que es tratar de aprovecharlos. Al final se trata de comprender la esencia de fondo y recordar que mas allá de la volatilidad existe la realidad y la realidad en la bolsa es que a veces lo mejor, ¡es no hacer nada!.
Puesto que tan complejo es salir como volver a entrar y a veces como ahora, las correcciones solo sirven para mantenerse en el vaivén o aprovechar para tratar de reengancharte a un mercado, que se muestra intratable a largo plazo.
***Marc Ribes, CEO en Black Bird Bank