La volatilidad gobierna los mercados y, a menudo, se hace difícil encontrarles la tendencia. El director general de UBP Iberia, Felipe Lería, considera que las fuertes caídas de semanas atrás “se pueden repetir”, sin embargo su consejo es que “aprovechemos los recortes para tomar posiciones o reestructurar carteras”.
El experto de UBP señala que, actualmente, “el mercado está descontando que va a haber una recuperación económica, medida por los beneficios de las compañías que cotizan en el S&P 500, en un año vista”. En este sentido, subraya que “sería nunca visto, porque las recesiones tardan en recuperar de tres a cinco años de media” . El experto indica que, ante este escenario, la entidad opta por un perfil “más cauto” a la hora de posicionarse en el mercado.
La hoja de ruta de la firma pasa por priorizar estrategias de alfa frente a beta y las estrategias long/short, en la que las posiciones en bolsa puedan ser cortas y largas. También esta es la preferencia del experto en crédito frente a estrategias direccionales.
En lo que se refiere al oro, Lería explica que “siempre hemos tenido una exposición que ha rondado entre el 3% y el 10% para los clientes institucionales”. Además de señalar que el metal “es el activo que mejor lo ha hecho este año, con más de un 13% de subida”, considera que una combinación de inversión en oro físico y opciones “es una alternativa clara” para estos meses convulsos.
La deuda soberana se queda fuera del horizonte de Lería, que considera que aunque “tradicionalmente ha sido un activo refugio” ahora supone “prácticamente cero” en las carteras modelo del grupo, aunque reconoce que “hay clientes muy conservadores que siguen favoreciendo tener cierta exposición a deuda gubernamental tanto en EEUU como en Europa, fundamentalmente a Alemania”.
Por último, el experto de UBP señala que “una estrategia que nos gusta, que quizá no está directamente descorrelacionada con los activos tradicionales pero sí recoge una parte importante de la subida y una parte mucho menor de la bajada”. Se trata de los bonos convertibles, a los que considera “si no refugio, sí un activo a tener en cuenta en épocas de mayor volatilidad”.