Las bolsas europeas rechazan de pleno la posibilidad de reducir el horario de contratación de su sesión. A través de la Federación Europea de Bolsas, de la que forma parte la española BME, denuncian que una medida en esta línea “podría ser perjudicial” para el conjunto de los mercados y para los inversores.
La posibilidad de acortar la sesión llevaba tiempo sonando en los mercados por la duración mucho más extendida de las jornadas europeas frente a Asia o EEUU. En este marco, en noviembre del año pasado la Asociación de Mercados Financieros en Europa (AFME, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Inversión (IA) hicieron un llamamiento formal en este sentido a todas las plazas del Viejo Continente.
Aunque la respuesta se ha hecho esperar, ha sido contundente. El comunicado de las bolsas explica que “antes incluso de considerar cualquier cambio en los horarios de negociación de renta variable, es necesario examinar en detalle una serie de complejas cuestiones para comprender completamente los efectos que tendrían los cambios”. Unos factores que, a su entender, las asociaciones solicitantes no habían tenido en cuenta.
La Federación enumera los siguientes: necesidades de los inversores finales, interacciones entre diferentes mercados durante la sesión, potencial amenaza a la liquidez, impacto en los mercados y productos asociados y pérdida de competitividad.
A su entender, estos puntos ya justifican que “un acortamiento de la jornada de contratación europea podría constituir un paso en la dirección equivocada y ser en general perjudicial”.
Auge de la negocición opaca
Las bolsas oficiales de la región apuntan hacia el hecho de que acortar el horario de su sesión “favorecería aún más un marco de falta de equidad, ya que los Internalizadores Sistemáticos (SI) o los mercados OTC, que ya realizan una gran parte de la operativa fuera del horario bursátil de las bolsas, no estarían sujetos a tal cambio”. En este sentido, consideran que por este motivo los trabajadores de la industria tampoco gozarían de un horario laboral más concentrado.
Por último, las bolsas europeas ponen en valor que “la crisis del Covid-19 ha demostrado que los mercados regulados desempeñan un papel central en tiempos de incertidumbre”, marcados por una alta volatilidad y unos elevados volúmenes de negociación. En este sentido, defienden que “los mercados transparentes, equitativos y resistentes ofrecen en todo el mundo gestión de riesgos y liquidez con una elevada integridad y son de suma importancia”. Unos argumentos que ya señalaron para no echar el cierre durante los peores compases de la epidemia en Europa.
Además, señalan que “el volumen de liquidez presente en los mercados europeos en las primeras horas de negociación y durante la última parte de la tarde demuestra que actualmente la duración de la sesión de bolsa refleja las necesidades de los inversores”.