Lejos de seguir al rebaño en momentos de pánico, el comportamiento del inversor español ha sido de extrema prudencia durante estos meses de crisis. Según se desprende de un informe elaborado por ING, a pesar de los momentos de incertidumbre vividos, la gran mayoría de los inversores (un 64%) decidió mantener sus inversiones intactas y sólo un 19% optó por deshacerse de ellas, frente a otro 17% que decidió afrontar la volatilidad comprando más.
ING analiza en el Informe Naranja “Comportamiento de los inversores españoles ante los movimientos del mercado” las decisiones de los inversores españoles a raíz de la crisis del coronavirus. Y entre sus principales conclusiones también destacan las emociones que han sentido según su opción de inversión.
Por ejemplo, entre ese 19% que ha vendido, las emociones han sido más negativas como la intranquilidad, impotencia y miedo, mientras que los que han invertido se han mostrado más serenos y esperanzados mayoritariamente.
Dos de cada tres inversores que vendieron lo hicieron en marzo y para el 78%, la venta coincidió con la caída del mercado. El 49% de los inversores vendieron por los problemas actuales o futuros de liquidez, lo que explicaría por qué la mayoría de ellos (62%) desviaron su dinero hacia cuentas.
El otro 38% decidió otro destino para su dinero: la mayoría lo llevó a fondos, depósitos bancarios, acciones y cuentas de ahorro. Y la mitad que se decantó por los fondos eligió uno de gestión pasiva.
Bolsa vs economía
Según el estudio, los inversores se muestran más optimistas respecto al crecimiento de los mercados bursátiles mundiales que con la economía española. El 40% considera que los mercados crecerán en los próximos cinco años -el 35% piensa que será un crecimiento entre el 1% y el 10% anual y el 6% cree que la subida será superior al 10%.
Sin embargo, sobre el crecimiento de la economía, el 35% se muestra pesimista: el 13% considera que el PIB caerá en España entre el 1% y 2% anual, mientras que el 22% cree que se producirán caídas superiores al 2% anual en los próximos cinco años.
Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING, explica que “estos datos nos demuestran que los inversores son cada vez más conscientes de que la economía y la bolsa no se suelen mover acompasadas. Los inversores han visto cómo en esta crisis la bolsa ha vivido uno de sus rebotes más importantes, a pesar de que la economía real esté sufriendo un deterioro".
"Si relacionamos las expectativas de crecimiento de los mercados con el comportamiento de los inversores, se observa que los inversores no han seguido un patrón lógico y, a pesar de su optimismo sobre el comportamiento futuro de los mercados, no han aprovechado el momento para aumentar sus posiciones de inversión”, indica.
En este sentido, el 46% de los inversores que han vendido se muestran optimistas ante la evolución de los mercados, un porcentaje que sube hasta el 63% en el caso de los inversores que han comprado.
El estudio de ING también refleja que a raíz del Covid-19, los inversores españoles intentarán ahorrar más en el futuro. El 72% de la muestra afirma que, a raíz de esta crisis, intentará ahorrar más, considerando que la inversión seguirá siendo una de las vías para conseguir rendimiento de sus ahorros. Un 39% de aquellos que quieren ahorrar más dice que invertirá más en fondos o acciones. En este porcentaje predominan aquellos inversores que han continuado invirtiendo en fondos y acciones durante la crisis del coronavirus y en menor medida aquellos que han mantenido sus posiciones. Por su parte, el 78% meditará más sobre sus inversiones de lo que lo hacía antes.