Las bolsas europeas logran un rebote que maquilla parte de las pérdidas acumuladas durante la semana. Los avances médicos frente al coronavirus han podido más que los persistentes miedos a que los rebrotes terminen por ralentizar la recuperación económica.
El Ibex 35 cierra un 1,16% al alza, en los 7.321,1 puntos, aunque a media sesión llegaban a verse peligrar los 7.200 enteros. En la semana ha perdido un 1,1%
La aparición de nuevos focos de contagio por Covid-19 que han acabado con el reconfinamiento de algunas áreas o barrios en varios países de todo el mundo se convierten en el gran lastre a superar por los inversores. Este ha sido el tema de una semana en la que los índices europeos apuntan una vez más a la baja, borrando los avances acumulados en las primeras sesiones de julio.
Los datos que invitan a los cazadores de gangas a salir de sus trincheras este viernes son los de producción industrial. Y es que tanto en Italia como en Francia superaron las expectativas para el mes de mayo, cuando las medidas de distanciamiento social estaban plenamente vigentes. En su contra, la noticia de que las medidas de apoyo económico a los países más golpeados por el coronavirus tendrán más condiciones para su concesión.
Los bancos han sido protagonistas de este maquillaje de última hora. Banco Sabadell ha sumado un 4,7% a su gráfica, mientras que Bankia (+3,9%) y Bankinter (+3,5%) no se han quedado muy atrás. BBVA y CaixaBank han ganado más de un 2% y lo mismo el Santander.
Entre este elenco, se han colado ACS (+4,4%), Ence (+3,3%) y ArcelorMittal (+3,3%). También ha subido con fuerza la castigada IAG (+2,2%) y Telefónica (+1,2%), que se ha quedado a las puertas de recuperar los 4 euros por acción, con cierre en los 3,999 euros.
Aunque durante la mayor parte de la sesión los valores en rojo eran mayoría, al cierre solo seis se han quedado a la baja. Grifols (-1%), Almirall (-0,8%) e Indra (-0,6%) han sido las que más han caído. Acciona (-0,3%), Inditex (-0,2%) y Viscofan (-0,1%) han completado la lista.
Mientras tanto, el oro ha conseguido consolidar su lustre y ha conseguido aguantar por cuarta sesión consecutiva los 1.800 dólares por onza, lo que sigue allanando su camino hacia máximos históricos. Ya está en récords de los últimos nueve años.
La prima de riesgo, mientras tanto ha subido ligeramente hasta los 89 puntos básicos. Un comportamiento fruto de la contracción de tipos del 'bund' alemán de referencia, que ha llegado al ierre semanal con un -0,48% contra sus tenedores. Mientras tanto, los bonos españoles a diez años han terminado con una rentabilidad del 0,41%.