El precio del oro llevaba más de una semana consolidando en la parte alta del rango tras poder superar los máximos de 2011 y 2012 previos a sus máximos históricos a la espera de un algún detonante que añadiese nuevos inversores para comenzar a construir el ataque a los máximos históricos.
Ya llevo manteniendo que este es el año del oro y de momento está funcionando perfectamente. De hecho, me ha sorprendido la facilidad con la que se ha podido escapar de la importante resistencia que había justo antes de los 1.800 dólares.
Aún así, en el corto plazo no podemos cantar victoria todavía puesto que me gustaría ver más cierres por encima de los 1.800 dólares, pero como firme defensor de la inversión diversificada y por lo tanto implicado con el oro constituyendo mi propio plan de ahorro a largo plazo, con esas vistas no hay ningún problema.