Tanto si me sigue de hace poco como desde el principio de la nueva época de Invertia, sabrá que soy un firme defensor del oro como activo en el que tener un porcentaje de su patrimonio. 

Yo siempre he mantenido que la inversión en oro debe hacerse con vistas a largo plazo y sobre todo en oro físico para huir del riesgo del llamado oro papel como única fuente para mantener el poder adquisitivo de cara a tu jubilación. 

Bien comprando lingotes de 100 gramos (ni recomiendo de más ni de menos tamaño) para guardarlos en tu poder a través de los principales mayoristas tanto en España como en Europa o través de la sociedad que fundé en 2011 junto con otros inversores para hacer compras conjuntas de oro y proceder a su cobertura por caída del precio del oro o del dólar estadounidense como ocurre actualmente, es la mejor manera de participar de este mercado. 

Sin embargo, son muchos los inversores que me están preguntando por distintos canales si deben hacer caja y llevarse unos importantes beneficios para entrar más abajo o mantenerse en el tren. 

Esto se debe porque la gran mayoría de los inversores toman este metal como un activo financiero más sin considerar nada más allá de lo que realmente representa el tener un activo que mantiene tu poder adquisitivo de cara a una época de inflación como la que está descontando al igual que ocurriese hace 12 años. 

A continuación les detallo lo que creo que puede hacer el precio del oro en el corto plazo.