No pudo ser. El Ibex 35 pone fin a tres meses consecutivos de subidas con una caída del 4,9% en julio que deja en evidencia la debilidad de un mercado que aún mantiene en cuarentena la esperanza de recuperación económica. El selectivo español despide la última sesión del mes con caídas de más del 1,7% hasta los 6.877 puntos, mínimos de dos meses.
Con este panorama, el saldo semanal ha sido catastrófico. Caídas del 5,72% en cinco jornadas marcadas por la avalancha de resultados empresariales de los pesos pesados del parqué y por unos datos macro que no han servido precisamente para devolver las fuerzas al mercado.
Uno de los que más ha pesado este viernes ha sido el devastador dato del PIB español, con una caída sin precedentes del 18,5% en el segundo trimestre que mete al país de lleno en la recesión. Unos datos dramáticos que se suman al desplome de la economía en EEUU, Alemania y el resto de Europa, y que deja en evidencia que aún queda mucho camino que recorrer para iniciar la recuperación.
Los más castigados
Si ayer era el sector bancario el que se posicionaba a la cola del indicador, este viernes han sido los valores turísticos los que se han convertido en diana de las órdenes de venta de los inversores. En concreto, Meliá lidera las pérdidas con un desplome en su cotización de más del 10% hasta dejar su gráfica en 3,14 euros por acción.
IAG le sigue con otro desplome del 8% hasta los 1,85 euros por acción, tras anunciar pérdidas de más de 3.7800 millones hasta junio y confirmar una ampliación de capital de hasta 2.750 millones que será suscrita por Qatar Airways, principal accionista del grupo con un 25,1% del capital. La aerolínea se deja un 17% en bolsa esta semana, y amplía su hundimiento al 25% solo en el mes de julio.
En el apartado de resultados, dos de los protagonistas de la jornada vuelven a pertenecer al sector bancario, con las cuentas de CaixaBank y Banco Sabadell. La primera se sitúa como el tercer valor más bajista de la sesión con pérdidas del 5% despidiéndose incluso de los 1,90 euros por acción, tras anunciar una caída del beneficio del 67% por las mayores provisiones frente al Covid. Por su parte, el banco presidido por Josep Oliu ganó casi un 73% menos de enero a junio y sus acciones cotizan con caídas del 2,5%, tras el fuerte desplome de ayer que deja al valor por debajo de los 0,3 euros (0,28 euros por acción al cierre).
Aún así, son más abultadas las pérdidas de Santander (-4,23%), ampliando al 15% su caída semanal. BBVA tampoco logra frenar el desplome y, tras caer el jueves más de un 8% sus títulos se dejan este viernes otro 2,26%.
También presionan a la baja otros blue chips como Telefónica, que también ha presentado resultados esta semana. Las acciones de la operadora caen más de un 4% al cierre acumulando un descenso de más del 8% en la semana.
En la parte alta de la tabla resisten por sorpresa, Bankinter y Bankia con subidas de más del 1%, aunque es Viscofan quien lidera los avances del viernes con un despunte de más del 7% al cierre.
La huida de la renta variable hacia activos más seguros ha provocado que la rentabilidad de la renta fija europea registre un brusco descenso (los inversores compran bonos en busca de seguridad, sube el precio y baja la rentabilidad, al moverse de forma inversa). En concreto, la rentabilidad del bono español a 10 años cierra julio en el 0,32%, desde el 0,467% en el que comenzó el mes.
Al menos, la prima de riesgo se mantiene en 86 puntos básicos. Al medir la diferencia entre la rentabilidad del bono español y el alemán a diez años, aunque el rendimiento del papel nacional caiga, si el del germano también lo hace, este indicador no tiene por qué variar.