Malos tiempos para otra cotizada histórica del parqué español que ayer cerró marcando nuevos mínimos multianuales no vistos en base cierres desde hace 17 años si ajustamos el precio de las acciones a los dividendos y operaciones de capital liberadas realizadas por la operadora española.
Y como ya ocurriera con Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander que aprovechó el soporte vital que tiene el banco cántabro en los 1,80 euros para comprar más acciones la semana pasada, esta semana es el turno del presidente de Telefónica el que sale de compras aprovechando también el aparente soporte que tiene Telefónica en los 3,389 euros.
Sin embargo, el que precisamente ayer cuando se conoce la compra de más acciones por parte de su presidente, la acción acabe marcando mínimos multianuales en base cierres no trae buenas noticias y precisamente hoy viernes puede recibir la puntilla perdiendo los 3,389 euros si la reacción de los mercados a los datos de empleo estadounidense son interpretados de manera negativa o simplemente se incrementan las correcciones de los mercados en general.
Por lo tanto, no parece buena idea el comprar a estos precios y es más factible esperar unos días para poder averiguar si el soporte de los 3,389 euros aguanta la presión bajista a la que está sometida la compañía de telefonía actualmente. De hecho, mientras que no veamos cotizaciones por encima de los 3,80 euros no se va a poner en entredicho la pauta de máximos decrecientes de corto plazo, condición necesaria para poder plantearse un escenario de rebote digno de ser aprovechado.
Ese es el motivo por los que es mejor esperar y ver, sobre todo viendo la evolución de las acciones que viene dejando mes tras mes desde hace años, con una rentabilidad en el último mes del 15,80% negativa, del 19,21% en los últimos 3 meses o del 42,56% desde inicio de este año 2020 y del 66,68% en los últimos 5 años.
Un claro deterioro de Telefónica en su cotización que ahora corre el riesgo de convertirse aún peor si el soporte de los 3,389 euros acaba cediendo.
Ante este escenario habría que ir a buscar niveles de soporte inferiores entre los que destacan los 3,24 euros y los 2,966 euros. Unos niveles de precios que se cruzaron a precios distintos por el ajuste de los dividendos y ampliaciones de capital liberadas pero que llaman tremendamente la atención porque entonces el selectivo español estaba en los 5.800 puntos, nivel que vimos este pasado marzo en plena pandemia cuando Telefónica estuvo entonces donde está precisamente ahora.
Hay que alejarse de este escenario y por lo tanto no podemos ver a Telefónica perder su soporte de los 3,389 euros porque se generaría una gran señal de debilidad que llamaría la atención de nuevos hedge funds buscando carnaza donde desplegar más posiciones bajistas.
Así que toca esperar varias sesiones mirando desde la barrera.