Desde el cierre del domingo de la semana pasada el precio del oro ha caído un 7,56% en dólares y un 7% en euro. ¿Significa esto que estamos cerca del final de la tendencia alcista en metales preciosos?
Lamentablemente, no existe ninguna bola mágica que nos pudiera responder a esta pregunta con total seguridad. Para ello, tenemos que analizar primero las causas de lo que ha pasado. El rebote en el precio de los metales preciosos se ha producido por varias razones.
En concreto, cinco: el enorme volumen de liquidez que los bancos centrales han inyectado en apoyo de un repunte económico constante, los tipos de interés en la mayoría de los países se mantienen en niveles cercanos al 0%, el mercado está claramente sobrecalentado, una elevada incertidumbre respecto al futuro, incluyendo el miedo a las tensiones geopolíticas, la caída del dólar estadounidense frente a otras monedas y el crecimiento de las expectativas inflacionarias.
Sin embargo, esto no significa que el mundo se acabe y el dólar pierda el 30 o 40% de su valor. Es importante recordar que incluso antes de la guerra comercial entre EEUU y China, Trump decía que quería un dólar más barato para reforzar las exportaciones. Y finalmente lo vemos.
Según los datos publicados la semana pasada por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, las exportaciones crecieron un 9,4%, hasta los 158.300 millones, mientras que las importaciones aumentaron un 4,7%, hasta los 208.900 millones.
En los últimos días el dólar parece empezar a recuperarse frente a otras divisas como el euro y el franco suizo. Es necesario que el índice del dólar estadounidense (DXY) rompa el nivel de resistencia en 93,70 para seguir adelante. También ayudan las noticias en el frente del coronavirus y la esperanza de un nuevo paquete de estímulos.
Sí el dólar vuelve a caer, podríamos esperar el movimiento correspondiente en el mercado de los metales preciosos. Pero podría tardar hasta un par de semanas hasta confirmar el cambio en la tendencia.
Hablando de S&P 500, el índice parece seguir los mínimos que hizo en 2009 pero a mayor velocidad, por lo que podría comportarse de forma parecida en los próximos meses. ¿Podríamos ver S&P 500 a 4.200 dólares en los próximos doce meses?
El sentido común dice que es poco probable, además teniendo en cuenta el golpe que ha pegado esta crisis a la economía mundial. Tardaremos años en recuperar los niveles de actividad previos a la Covid-19, además muchos esperan que una vez acaben los estímulos la bolsa se corrija.
El futuro es incierto. Por ello, una de las pocas maneras de protegerse de cambios inesperados es diversificar la cartera para ser expuesto a menor riesgo.
*** Igor Kuchma es analista de Trading View.