Los desafíos para los inversores no han dejado de crecer durante la pandemia del coronavirus. La volatilidad en las bolsas unida a las políticas expansivas de los bancos centrales europeos, que apenas dan cobijo a los inversores más conservadores, han provocado un cóctel de miedo perfecto en el que todos los inversores han caído.
Unos de los más perjudicados han sido los conocidos como “caza dividendos”, aquellos inversores que invierten en compañías que reparten rentas periódicas. Especialmente en Europa, la mayoría de las empresas se ha visto obligada a recortar o a cancelar el dividendo tras la sugerencia que el Banco Central Europeo (BCE) hizo a las entidades de no abonar pagos a los accionistas este año. El recorte o cancelación de dividendo junto con las caídas que han experimentado estos valores en bolsa han provocado la huida de muchos inversores. Sin embargo, ahora que muchas de estas empresas cotizan a precios bajos, los inversores miran de nuevo al dividendo. ¿Hay oportunidades en medio de toda esta tormenta?
Perspectivas positivas en Europa
El año 2021 podría ser, según los analistas, el momento en el que las compañías vuelvan a los beneficios. Después de dirigir el fuerte impacto que la Covid-19 está teniendo en los balances de las empresas, las perspectivas para los próximos meses, ahora que la mayoría de los sectores han vuelto a su actividad, parecen positivas.
Por ello, ante este entorno de incertidumbre, desde JP Morgan Asset Management recuerdan que hay que valorar en profundidad la naturaleza y el recorte del pago a los accionistas. “Es conveniente diferenciar entre las empresas que están suspendiendo dividendos como consecuencia de modelos de negocio o fundamentales con dificultades y las empresas en las que los recortes llegan como consecuencia de la presión externa”.
Y es que en Europa las perspectivas de recuperación para los próximos meses hacen que muchas de las compañías que se han visto obligadas a recortar el dividendo o a reducirlo sin necesidad real de hacerlo estén ahora en el radar de los inversores. De hecho, según la gestora británica Schroders, el recorte drástico de dividendos hizo que muchos analistas redujeran las previsiones de beneficios futuras a largo plazo y, aunque estas previsiones eliminaron un apoyo a las rentabilidades futuras, “gran parte de estas decisiones ya se refleja en las valoraciones actuales, por lo que existe margen para la recuperación”.
Todo ello lleva a pensar que existen precios atractivos en este mercado. Tanto es así que, según JP Morgan, en la renta variable los precios relativos de los títulos que reparten dividendos en comparación con el mercado general “parecen más atractivos que en ningún momento desde la crisis financiera global”. Además, la firma hace especial hincapié en el Viejo Continente, asegurando que los niveles de ingresos “siguen siendo atractivos en relación con otras regiones”.