Hay dos tipos de inversores: los que se adelantan a los acontecimientos operando por las convicciones de lo que tiene que hacer la bolsa y los que esperan que sea el mercado el que les hable alto y claro sobre sus intenciones. 

Como es obvio, en el primero de los casos podemos encontrarnos con la gran satisfacción de haber comprado en el mínimo y haber vendido en el máximo. No obstante, esta posibilidad se da con muchísima menos frecuencia de lo que anhelan los inversores que optan por adelantarse a los acontecimientos y operar según su convicciones de lo que tiene que hacer la bolsa. De hecho, yo siempre digo en mis cursos que nos debemos olvidar de ello porque eso solo lo consiguen los mentirosos, que en las redes sociales está plagados de ellos y los que se les ha aparecido la Virgen. 

A mí en 31 años operando en los mercados tan solo me ha pasado 3 veces por lo que ya pueden calibrar cuán difícil es de conseguir tal hazaña. Pero a pesar de ello, la gran mayoría de los inversores no desisten en el intento y continúan operando basándose en lo que piensan que debe de hacer el mercado en lugar de operar en consideración a lo que están viendo en el mercado. 

Esa diferencia entre operar sobre lo que piensas y lo que ves es la causante del dolor, al menos económico, de todo el mundo que está corto en los mercados estadounidenses desde hace meses bajo la premisa de que "esto ha subido mucho, tiene que bajar". 

En estos momentos uno de los intermediarios más grandes de Europa reporta que el 78% de sus clientes que tienen posiciones abiertas en el futuro del S&P 500 son en posición corta. Y este tipo de lectura tan sesgada hacia el lado corto viene siendo la tónica habitual desde hace meses por lo que imagínense la cantidad de dinero fundido por no querer reconocer que están en el lado equivocado del mercado. 

Como es habitual no deben por qué ser inversores que abren sus posiciones cortas y las mantienen meses y meses sino más bien que se ponen unos determinados stop de pérdidas, que van sistemáticamente saltando y lo vuelven a intentar ante la siguiente resistencia. Y así continúan mientras que les quede efectivo para abrir posiciones o se den cuenta que no llevan la razón en el mercado cuando en realidad si hay que probar el lado corto del mercado es justo ahora tras lo que acaba de ocurrir esta madrugada. 

El mega triángulo expansivo en formación en el S&P 500. Eduardo Bolinches

 

Este gráfico podemos ver una de las figuras más bajistas que existen en el mundo del análisis técnico y que se pueden ver con muy poca frecuencia. Suelen aparecer en los techos de mercado alcista y su desarrollo, tal y como podemos ver es por presencia de unos mínimos decrecientes junto con una pauta de máximos crecientes en los que precisamente esta madrugada hemos alcanzado dicha extensión. 

Concretamente a las 4 de la mañana de este lunes 31 de agosto, el futuro del S&P 500 ha alcanzado sus máximos históricos hasta el momento al testear justo esa línea tendencial alcista que une sus máximos crecientes tal y como podemos ver en el siguiente gráfico de velas en periodos de una hora. 

Gráfico del futuro del S&P 500 en una hora Eduardo Bolinches

¿Esto significa que hay que venderlo todo y ponerse corto en el S&P 500?

Aquí debemos preguntarnos qué tipo de inversores somos: de los que nos adelantamos a los acontecimiento o de los que se espera a la señal que tiene que darle el mercado. 

No por el mero hecho de alcanzar tan semejante resistencia el mercado tiene que darse la vuelta. Puede que sí, y por eso si es de los inversores que se adelantan a los acontecimiento si alguna vez ha tenido que ponerse corto es ahora y no antes. Pero si es de los que quiere ver primero que sea el mercado el que le avise del giro del mercado, debe saber que no ha pasado absolutamente nada

Podrá encontrar en el gráfico todo tipo de avisos y advertencias de agotamiento, pero en realidad ninguna señal concluyente puesto que estamos demasiado cerca y por lo tanto es pronto para poder sacar esa conclusión. 

Cero señales concluyentes

Mire de nuevo el gráfico del futuro del S&P 500 en 1 hora. 

1) Pauta de mínimos crecientes.

2) Pauta de máximos crecientes confirmando los mínimos crecientes.

3) Cotizaciones por encima de la media de 50 velas.

4) Sana tendencia alcista (no dibujada) de 45 grados en su inclinación.

Estos son los datos y lo otro son previsiones de una de las peores figuras que existen en el análisis técnico pero que todavía tiene que evidenciarse que vamos hacia la parte baja del triángulo. 

Lo primero que tendría que pasar es que se perdiese la pauta de mínimos crecientes con cotizaciones por debajo de los 3.483,50 puntos. Luego la pérdida de la tendencia acelerada alcista del primer gráfico y que ahora pasa por los 3.420 puntos. 

También tendríamos que ver reacciones alcistas que no puedan superar los máximos previos, hoy por hoy los vistos esta madrugada a las 4 de la mañana. 

Todo esto es lo que tiene que ocurrir antes de que el mercado le diga que está cambiado de tendencia de fondo. 

¿Qué es lo que voy a hacer yo?

Si es lector habitual de mis análisis del mercado sospecho que ya sabrá qué tipo de inversor soy. No obstante, voy a sorprenderle y decirle que voy a ponerme corto ya en el S&P 500, pero no por el motivo que estará pensando. 

Recuerdo que me pasé todo el año 2008 diciendo que no era el momento de comprar en bolsa puesto que el mercado no había hecho techo. Luego más tarde, en una de las ferias más importantes que se hacían entonces en abril de 2009 comenté estábamos ante la primera posibilidad de compra en 17 meses en el Ibex 35. 

Pues bien, simplemente por probar si puedo decir lo mismo en unas pocas semanas y con la única finalidad de poder decir que, llegado el caso, he vendido en el máximo del mercado tal y como hacen con tanta frecuencia los mentirosos, voy a comprarme una opción put 3.400 vencimiento diciembre por 146 dólares.

Por lo tanto, o perderé esos 123 euros o habré vendido en máximos históricos y además me servirá como principio de cobertura de mi cartera porque si una cosa será necesaria hacer si el mercado se da la vuelta a dos meses de las elecciones en EEUU es hacer una cobertura de la cartera, pero recuerde que es tiempo de aprender a cubrir una cartera y no venderse en el S&P 500 ya de manera inmediata a no ser que sea de los que se adelanta a los acontecimientos ya que el riesgo de hacerlo ya mismo sin esas claras señales que he comentado anteriormente es jugar a adivinar.

Yo jugaré, pero solo con 123 euros, el resto a esperar esas señales. Así que no pierda el tiempo y aprenda a cubrir una cartera y si no sabe cómo aprender o quiere jugar 123 euros ya sabe donde me tiene.