Malas sensaciones en Wall Street. Los inversores intentaron digerir sin éxito las nuevas perspectivas económicas de la Reserva Federal (Fed) y su decisión de mantener los tipos en mínimos durante al menos los próximos tres años.
El Dow Jones se dejó más de 130 puntos (-0,47%) hasta los 27.901, mientras que el S&P 500 cayó un 0,84% para dejar su gráfica sobre los 3.350 puntos. El índice Nasdaq acusó la caída del sector tecnológico, con pérdidas cercanas al 1,5% hasta los 11.080 puntos.
El organismo monetario cumplió con el guión previsto y no movió tipos, además de revisar al alza sus expectativas de crecimiento para la economía estadounidense. En concreto, ahora espera una contracción del PIB en 2020 del 3,7% frente a la del 6,5% que esperaba antes del verano. Unas perspectivas que solo se cumplirán, a su juicio, si el Congreso aprueba un nuevo plan de estímulo fiscal.
Es evidente que las diferencias entre Donald Trump y sus contrincantes políticos complican mucho esa posibilidad. Y dejar la pelota de la recuperación en el tejado del Congreso parece que no ha gustado mucho al mercado, que esperaba algún anuncio más sobre posibles medidas de impulso económico por parte de la Fed. "A nuestro juicio, esto habría sido contradictorio cuando el banco central considera que la economía del país está comportándose mucho mejor de lo esperado", indican desde Link Securities.
Los datos económicos tampoco invitan al optimismo en la penúltima sesión de la semana. Los inversores ya han recibido el dato de peticiones semanales de subsidios por desempleo, que se situaron 860.000 frente a las 850.000 esperadas por el consenso del mercado. El dato es, sin embargo, algo inferior a las 893.000 de las semana anterior.
En el apartado empresarial, destacan las subidas del 4,5% que registraron los títulos de MetLife, tras conocerse que la compañía comprará la firma Versant Health en una operación valorada en 1.700 millones de dólares.
A la baja presiona el sector tecnológico, con pérdidas del 1,6% en Apple y del 1% en Microsoft.