Ya podemos contar por horas el tiempo que queda para saber quién habitará en la Casa Blanca en los próximos cuatro años. Los inversores tienen la opinión que la salida de Donald Trump de la presidencia de los Estados Unidos llevaría a los mercados de valores estadounidenses a la baja y viendo que la desventaja en las encuestas todavía es muy distante y los días que quedan son muy pocos están optando por consolidar las ganancias que han obtenido sobre todos desde mediados del mes de marzo y mantenerse a la expectativa.
Sin embargo, muy pocos inversores extranjeros saben que los votos que se están emitiendo desde hace semanas son muy pro Biden y los votantes del martes son más de Trump por lo que Donald Trump no tienen ni mucho menos perdida la reelección de la presidencia.
De hecho, normalmente las reelecciones presidenciales suelen tener un efecto positivo en el S&P 500 y suelen ser más favorables si ocurren en el lado republicano a pesar de que tal y como podemos observar en el siguiente gráfico realizado por IG el mayor despliegue del S&P 500 se consiguió durante la presidencia de Bill Clinton superando el 15% anualizado. Sin embargo, las siguientes mejores presidencias en cuanto a revalorización del S&P 500 son para Donald Trump ligeramente por debajo del 14% y Barack Obama y George Bush en poco más de un 12% empatados y seguidos de nuevo de otra presidencia republicana (Ronald Reagan) ligeramente por debajo del 10%.
No obstante, este año podríamos catalogarlo de especial por la irrupción a modo de cisne negro de la pandemia por la Covid-19 que ha trastocado la bonanza de la economía y por tanto los resultados de las empresas mejorando el de algunos sectores como los tecnológicos y empeorando los que podríamos catalogar como los de la vieja economía y en especial los relacionados con el turismo y aeronáuticos.
Por ello, el enfoque económico que ambos candidatos están presentando en sus campañas es vital para poder averiguar quién acabará en la Casa Blanca.
Si por un lado, sabemos que estadísticamente hablando se favorece la reelección y además también sabemos que las políticas económicas de Donald Trump pasan por reducir impuestos tanto a las personas como a las grandes empresas, incentivar el servicio médico privado, aumentar el gasto militar y eliminar todas las trabas que existen al fracking y extracción de energías fósiles en general, es muy fácil saber dónde debemos posicionarnos para poder sacar provecho de su eventual reelección.
Así, nos inclinaríamos por grandes empresas como Caterpillar o Deere en el sector construcción o empresas como Goldman Sachs, MasterCard, Visa o PNC Financial Services en el terreno financiero. Como representación del sector de energías tendríamos a empresas como ConocoPhillips y Pionner Natural Resources.
En el sector industrial tendríamos como opciones interesantes a empresas como PPG Industries, Eaton Corporation o las químicas FMC Corporation y Mosaic. Dentro del sector aeronáutico tendríamos a las acciones de Boeing y Lockheed Martin Corporation mientras que en el sector salud podríamos hacernos con acciones de Johnson & Johnson.
¿Y si gana Biden?
Ante este escenario tendríamos que estar posicionados claramente ante el sector tecnológico. Empresas tan conocidas como Facebook, Alphabet (Google), Tesla, Amazon, Microsoft, Apple, Nvidia, PayPal deberían tener un muy buen comportamiento.
También seria positivo tener algo en el sector inmobiliario como acciones de American Tower, Equinix, Crown Castle International o Proligis, mientras que en el sector de las energías verdes deberíamos estar en Nextera Energy y Avangrid, esta última participada por Iberdrola en un 81,5%.
Por último, empresas como Starbuck también se verían beneficiadas.