Tubacex cuenta con un preciado aliado en su regreso por encima de la cota del euro por acción. En su segundo día fuera de la categoría de ‘penny stock’ a la que llevaba condenado tres sesiones, Norges Bank ha notificado su regreso como accionista relevante, con más de un 3% del capital de la española.
El fondo soberano de Noruega ha notificado un 3,116% del capital social de Tubacex, lo que se traduce en una inversión de unos 4,2 millones de euros a precios de mercado. Un regreso inversor que coincide con dos sesiones de remontada para la cotización de la industrial, que ha conseguido sumar un 14% y maquillar así la caída del 62% que acumula desde que empezó el año.
La posición del fondo nórdico no era tan elevada desde enero de 2018. Entonces, notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su repliegue hasta un 2,993% del capital de Tubacex. Después de 34 meses, uno de los mayores inversores institucionales del mundo ha regresado para ocupar el séptimo lugar en la lista de principales accionistas de la española.
Dos años y medio
Si bien aquel movimiento implicó que Norges Bank saliese del grupo de inversores relevantes de Tubacex -lo que también eliminó la obligación de notificar cambios a la baja en esta participación-, el formulario remitido ahora al supervisor sugiere que habría mantenido intacta esta posición a lo largo de todo este tiempo. Es así que el fondo soberano ha dado cuenta de una posición previa precisamente por el 2,993% del capital de la española.
A pesar del incremento total de peso inversor, lo cierto es que ahora Norges Bank tiene un menor número de acciones de Tubacex. En este sentido, el formulario remitido a la CNMV señala que la participación a través de acciones ha caído del 2,993% anterior al 1,629% actual. El restante 1,487% de su actual inversión se construye con instrumentos financieros con derechos de voto, entre ellos, acciones en préstamo, tal y como se detalla en el mismo documento.
ERTE en ciernes
El retorno del fondo nórdico llega en un momento en el que la industrial sigue negociando con los sindicatos los términos de un ERTE que ayuden a flexibilizar su plantilla de cara a capear la crisis del coronavirus que ha provocado una fuerte caída en la demanda de sus productos.
En esta línea, la dirección del grupo ya alertó en su última junta de accionistas que prevén pérdidas para este año y una facturación sensiblemente inferior a los 800 millones de euros inicialmente pronosticados.