La euforia por los avances en la obtención de una vacuna frente al coronavirus encontraban este martes continuidad en la bolsa española mientras la cautela reinaba en otras plazas o, en el peor de los casos, se imponían las ventas. El Ibex 35 consumaba el asalto a los 6.700 puntos al sumar un 12% en los últimos dos días.
El índice español se iba a máximos de cinco meses al cierte al alargar este martes sus avances un 3,38%, con un último cruce en los 7.711,4 puntos. En dos sesiones ha sumado la friolera de 841 puntos. Y eso que a primera hora se decantaba por pérdidas de hasta el 0,3% tras la euforia vivida en la víspera.
Aunque, como avisan los analistas, la segunda ola de la epidemia y sus efectos sobre la economía son ya inevitables incluso con una vacuna sobre la mesa, esta vez juega a favor del índice español el mayor castigo con el que ha llegado a la noticia de que Pfizer y BioNTech podrían contar con su vacuna lista para distribución en cuestión de solo unos meses.
Y no solo eso, sino que desde Bruselas llegaba el esperado acuerdo para el reparto de los fondos del plan Next Generation de reconstrucción económica. A falta de que Polonia y Hungría den su brazo a torcer, los 75.000 millones de euros previstos pondrán rumbo a las econoías más dañadas de la región. Un revulsivo más para un Ibex 35 que encara la recta final del año como el peor de toda Europa Occidental debido, en gran medida, al impacto de la pandemia sobre la economía nacional.
La vuelta a la normalidad que promete la vacuna seguía impulsando las ganancias en los bancos del índice español, los mismos que últimamente venían frenando sus avances recientes. CaixaBank y Bankia, pendientes de su fusión, subían un 10% y un 9,6%, de manera que el primero llegaba conseguir el regreso a los 2 euros por acción.
La lista se alargaba con los avances del 8,6% de Banco Santander y del 6,6% en BBVA, un punto por encima de Bankinter (+5,6%). Sin embargo, las previsiones de recuperación de demanda de crudo propulsaban con más fuerza aún a Repsol, un 12% al alza.
Donde también persistía la euforia es en IAG, que sumaba un 6,5% a su gráfica después de haber subido ayer un 25,5%. A pesar de estos avances, el holding cabecera de IAG y British Airways conserva pérdidas del 68% en el acumulado anual.
Aena (+5%) y Amadeus (+6,5%) también se sumaban a extender los avances, mientras que la moderación se imponía en Meliá Hotels, que llegaba a caer un 3% tras los avances del 37% en la víspera. Este martes, caídas del 0,5%.
Sin embargo, el farolillo rojo de la sesión volvía a ser la farmacéutica PharmaMar, cuyas acciones perdían un 9%. Una huida inversora que se produce al considerar que sus planes de desarrollo de fármacos contra el coronavirus podrían llegar tarde.
Así lo temen algunos inversores al calibrar que en pocos meses puede haber disponibles vacunas efectivas que frenen los hasta ahora imparables contagios así como fármacos rivales como el que este martes ha presentado la estadounidense Eli Lilly. Y todo ello a pesar de que, a requerimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía española ha reafirmado la eficacia de su Aplidín.
El podio bajista lo completaban Cellnex (-2,4%) y Solaria (-2,3%). Iberdrola, que está cerca de convertirse en el valor más valioso de todo el Ibex 35, retrocedía un suave 0,05% al cierre de este martes.
Por el mercado secundario de deuda soberana, la prima de riesgo se repliega hasta los 68 puntos básicos. Una merma que es resultado de unos bonos españoles que repuntan hasta el 0,20% de rentabilidad, un salto más limitado que el que experimentan los 'bunds' alemanes hasta el -0,48%.
Esta evolución desigual era fruto de la retirada de posiciones refugio que ha desatado el decisivo avance del tándem germano-americano en la lucha médica frente al coronavirus. En este sentido, conviene destacar que el Tesoro Público español ha vuelto a colocar deuda a corto plazo a tipos negativos. Concretamente, a los más profundos de toda su historia.