Diciembre es mes todavía de hojas rojas, castañas asadas, algunas nevadas y también grandes conmemoraciones. Mes que celebra por igual fiestas religiosas, el solsticio de invierno, carreras populares que juntan por igual a grandes del atletismo y familias enteras que quieren despedir el año corriendo por las calles y... también es mes de rally en las bolsas.
Aunque con seguridad este año las celebraciones van a ser muy diferentes a lo que estamos acostumbrados, desde el mes de noviembre sí hemos visto subidas para la mayoría de los grandes índices que han registrado uno de los mejores resultados de la historia. Con revalorizaciones récord incluso en nuestro maltrecho Ibex 35, que tan retrasado se había quedado frente al resto de bolsas europeas y que ha aprovechado para recortar diferencias.
Si fuera un año normal, hablaríamos solo del rally de fin de año, pero siendo 2020 esto implica que... ¿estamos ya en un cambio de ciclo?, ¿hemos dejado atrás lo peor?
Hablando de rentabilidades de bolsa, no olvidemos de dónde venimos y donde nos encontramos, ya que,a pesar de las descomunales subidas, seguimos en negativo en muchos de los grandes índices europeos.
Para hablar de un cambio de ciclo o pensar que ya hemos pasado lo peor, quedan algunas cuestiones pendientes por resolver próximamente. Y no precisamente pequeñas. Aunque a nadie se le escapa que ya podemos tachar de la lista de temas pendientes dos de las tres grandes cuestiones de este año, como son las elecciones presidenciales en EEUU y la más que probable llegada de la tan ansiada vacuna.
No olvidemos donde nos encontramos, ya que, a pesar de las descomunales subidas, seguimos en negativo en muchos índices
Con este panorama, ¿quedan oportunidades para comprar?
Como siempre cuando las cosas van tan deprisa, volvemos a preguntarnos si en un año como este ya hemos visto lo mejor y toca empezar a hacer caja o si, por el contrario, las correcciones son oportunidades para tomar más riesgo; planteándonos ya la estrategia del próximo año.
Desde el punto de vista de valoración, tras estas rápidas subidas, las ratios de algunos sectores se quedan relativamente ajustadas hasta que las estimaciones de beneficios reflejen de nuevo la mejoría de la actividad económica. Desde la perspectiva macroeconómica, seguimos muy pendientes de las negociaciones del eterno divorcio entre británicos y europeos, de las últimas reuniones del año de los grandes bancos centrales y las noticias de los programas de ayudas europeos.
Con todo esto encima de la mesa, y sabiendo que en las distancias cortas todo sigue más o menos complicado -porque, aunque ya tenemos vacunas, la rapidez de la distribución y la efectividad de las mismas está por ver- y las consecuencias de las siguientes oleadas, en cierta medida, ya se dejan entrever… Compren bolsa.
Razones hay y muchas para seguir teniendo activos de riesgo e incluso para aumentar el peso
Compren bolsa mientras haya cierto momentum de mercado. Y, de momento, parece que lo hay. Razones hay y muchas para seguir teniendo activos de riesgo e incluso para aumentar el peso, más para un inversor europeo rodeado de paupérrimas rentabilidades de la renta fija, así como por los riesgos que implica.
Como siempre, nuestra recomendación es que la entrada en el mercado se haga de la mano de un asesor o banquero que les conozca bien. Siempre con cautela y valorando los riesgos. Diversificado a través de un fondo de inversión o, aún mejor, a través de una cesta de fondos.
Y, si me permiten, como en aquel anuncio de cera para coches de los años 80, cuando a don Manuel -si no recuerdo mal el nombre-, propietario de un brillante coche, le preguntaban si el vehículo era nuevo, y él respondía siempre: ”Nuevo no, rally”.
Pues eso. No tenemos coche nuevo… pero aprovechemos el rally.
***Álvaro Galiñanes es director de inversiones de Santander Private Banking España