El Ibex pierde los 7.800 por la cepa Covid al caer un 3% en su peor sesión del trimestre
El índice español arranca la semana de Navidad con su caída más profunda de los tres últimos meses, aunque esquiva sus peores cruces.
21 diciembre, 2020 17:54Noticias relacionadas
El coronavirus volvía a azotar con fuerza en las bolsas este lunes. La aparición de una nueva cepa más contagiosa en Reino Unido justo a las puertas de Navidad se traducía en un fuerte descalabro de los índices. El Ibex 35 caía un 3,08% hasta los 7.789 puntos. Aunque conseguía esquivar los compases más bajistas (-4,67%) en los que incluso perdía los 7.700 puntos, no se salvaba de firmar su peor jornada en tres meses.
Un solo par de valores del índice español conseguían escapar del rojo de las pérdidas en su peor cierre desde el 21 de septiembre, cuando el selectivo se dejó un 3,4%. La presión era tal que el índice amenazaba a media sesión con cerrar con uno de los peores registros de sesión en este turbulento 2020, un destino del que finalmente se libraba al aliviar sus descensos en la recta final de la jornada.
La previsión de que la recuperación económica se ralentizará debido a la aparición de esta cepa y la previsible recuperación de medidas de confinamiento se cebaba con los valores de corte cíclico que más habían rebotado en las últimas semanas. Solo los avances en la aprobación de vacunas y las medidas para evitar la expansión de la mutación del virus desde Reino Unido traían algo de alivio a las bolsas europeas.
En el parqué español, las cotizadas con más exposición a Reino Unido en su negocio se colocaban entre las más penalizadas de la sesión. Y es que, además de los efectos de la mutación de la Covid-19 en el país insular, el plazo marcado el domingo pasado para alcanzar un acuerdo para el 'brexit' volvía a superarse sin acercamiento entre Londres y Bruselas.
En el vagón de cola del Ibex 35, IAG perdía un 8,8% después de haber permanecido inhibida de contratación durante la primera media hora de la sesión por la avalancha de órdenes de venta que los inversores formulaban sobre sus títulos. Banco Sabadell, que tiene en su filial británica TSB uno de sus talones de Aquiles, se dejaba un 6,8% al cierre. Telefónica, pendiente de la fusión de O2 con Liberty, cedía un 5%.
Meliá Hotels se dolía del cierre de muchos países a vuelos procedentes y con destino a Reino Unido y perdía un 2,1%, aunque a media sesión llegaba a rozar el doble dígito abajo. En la petrolera Repsol, descensos del 3,7% al cotizar, además del previsible retraso en la recuperación económica y su consiguiente efecto sobre la demanda de petróleo, sufría el impacto de una rebaja de valoración de activos de su compañera de sector Shell.
La banca en bloque también contribuía a los fuertes retrocesos del índice español, con caídas del 4,9% para el Santander, del 4,5% para Bankinter, del 4,3% en BBVA y del 4,2% en Bankia. CaixaBank amortiguaba el castigo hasta un también sonoro 3,8%.
Las que mejor aguantaban el tipo eran Siemens Gamesa (+1,36%) y Solaria (+0,28%). Las dos únicas que conseguían cerrar al alza. Por debajo del medio punto de caída, solo otros dos valores más: Cie Automotive (-0,19%), gracias a la entrada de dinero inversor una vez que ha confirmado que ejecutará un pago de dividendo en efectivo en enero, y ACS (-0,49%).
Estímulos sin efecto
Así, las correcciones moderadas en los mercados asiáticos se amplían en el mercado europeo a pesar de que en EEUU finalmente el Congreso ha logrado aprobar el esperado paquete de estímulos de 900.000 millones de euros. A pesar de su larga espera, las novedades en torno a la pandemia restan protagonismo a la medida.
Por el mercado secundario de deuda, el bono español a diez años marca tipos cercanos al 0,06%. No obstante, la prima de riesgo se mantenía estable en la zona de los 64 puntos con un 'bund' alemán que cotizaba muy cerca del -0,6% en este agitado arranque semanal.
En lo que respecta a la agenda macroeconómica del día, más tranquilidad. Este lunes de una semana corta por el festivo de Navidad el viernes, no hay ninguna referencia de relevancia en el calendario. Algo que, según los analistas, contribuía a evitar una huida de dinero inversor hacia el oro, que caía ligeramente por debajo de los 1.890 dólares.