Los bombos de la Lotería Nacional están muy cerca de hacer algo más llevadero este 2020 del coronavirus para algunos agraciados. Sin embargo, la clave para que el Gordo de Navidad se convierta en una verdadera ayuda para las finanzas personales pasa por templar la euforia inicial, olvidarse de derrochar y trazar un buen plan de inversión para el pellizco recibido.
El diseño de esta hoja de ruta se vuelve clave para evitar sumarse a un amargo grupo del que forma parte una aplastante mayoría de los ganadores de grandes premios del Sorteo Extraordinario de Navidad que Loterías y Apuestas del Estado celebra cada 22 de diciembre. Y es que, un 70% de los mismos tiene menos dinero cinco años después de haber sido agraciados que antes de ver los números de su décimo en los telediarios.
Este año, con un volumen de bonos cada vez más abultado en tipos negativos y con las expectativas de que la vacunación contra la Covid-19 permitan una progresiva y acelerada recuperación de la economía, la renta variable se vuelve protagonista en las recomendaciones de los expertos. Pero no solo de acciones se compone su prescripción, también de fondos, metales preciosos y hasta criptomonedas.
Regalarse un asesor
El asesor independiente y socio de Luna Sevilla Asesores Financieros, José María Luna, lamenta que “el desconocimiento, los miedos o la equivocada creencia que los activos financieros solo son aptos para ricos o para los más entendidos” privarán a muchos premiados de instrumentos “muy interesantes” para exprimir al máximo su pellizco del sorteo.
Con estas premisas, su primer consejo es “regalarse un buen asesor financiero que le aconseje de forma objetiva, personalizada y continuada”. Un recomendación de partida en la que coinciden todos los expertos consultados. Más en estos tiempos de volatilidad e incertidumbre.
Ante el riesgo de dilapidar el premio recibido o, en el mejor de los casos, dejarlo aparcado en una cuenta corriente sin apenas rentabilidad o con comisiones de difícil escapatoria, su consejo genérico pasa por una cartera de fondos de inversión con un perfil de riesgo moderado.
Un 30% en fondos con vocación de retorno absoluto, un 20% en fondos de deuda europea de corto plazo con criterios de sostenibilidad ASG y renta fija flexible de gestión activa, un 10% en mixtos de bolsa global de perfil patrimonialista y un 40% en fondos de bolsa.
En este último bloque, Luna aconseja enfocar la inversión del Gordo en fondos con el foco en valores “que tengan una atractiva y sostenible rentabilidad por dividendo”, empresas de calidad y de estilo de gestión growth con un peso “representativo” del sector tecnológico, cotizadas que puedan aprovecharse de los fondos de reconstrucción y con perfil sostenible.
Por último, recomienda algún vehículo con sesgo hacia emergentes, especialmente hacia Asia y, más concretamente, hacia China.
No vale con ahorrar
El asesor de inversiones Francisco Palomino de Vega, de Renta 4 Banco, parte de una premisa: “Si queremos tener rendimientos positivos, hay que invertir, no vale con ahorrar debido al increíble momento histórico tan particular en el que nos encontramos”. Eso sí, el experto subraya que lo primero es conocer el nivel de riesgo que el ganador de la lotería está verdaderamente dispuesto a aguantar, qué rentabilidad objetivo espera y qué nivel de liquidez va a necesitar en los próximos años.
En cualquier caso, aconseja no entrar con todo de golpe. En su lugar, Palomino de la Vega aconseja “ir entrando poco a poco en el mercado mediante aportaciones periódicas a fondos de inversión”.
Lo primero, explica, “para invertir en distintos momentos de mercado y evitar haber entrado en un momento de altas valoraciones y que nos pille una corrección inesperada”. Lo segundo, para beneficiarse de sus ventajas fiscales, el interés compuesto, la diversificación que ofrecen y la experiencia de sus gestores.
Sin menoscabo de “comprar alguna pequeña inversión en alguna compañía que nos guste mucho”, el experto se decanta por fondos de perfil moderado y dejar el grueso del premio en liquidez o en un fondo monetario. Para un primer momento, se decanta por “fondos de menor volatilidad o riesgo como los de renta fija o mixtos defensivos, a los que inicialmente otorga un peso del 60% en su cartera prototipo.
Metales preciosos
Con la premisa de vigilar de cerca el comportamiento de los fondos incluidos en la cartera, aconseja tener posiciones en renta variable global, americana, europea, de emergentes y sectores como consumo, tecnología, salud y energías renovables. Eso sí, sin olvidar “un pequeño peso” en oro y otros metales preciosos, también a través de fondos.
En opinión de Tomás Epeldegui, director de Degussa España, la mejor opción a la hora de invertir en oro es hacerlo en lingotes o barras. “Tener una pieza física entre las manos ayuda a ser más consciente porque para disponer de su valor hay que venderlo, de manera que se evitan gastos innecesarios o inversiones especulativas que pueden ir minando el premio recibido”, explica.
Con la premisa de diversificar los destinos del Gordo de Navidad, Epeldegui considera que invertir en torno a una cuarta parte del premio en el preciado metal puede ser “una buena estrategia de ahorro conservador”.
En su opinión, las monedas “también pueden ser una opción”, pero recuerda que en ellas no solo se paga el contenido en metal, como sí ocurre en los lingotes. Además, advierte de que “no dejan de tener apariencia de dinero y eso sigue facilitando la tendencia al gasto” por parte de los premiados.
El experto de Degussa considera que la plata, que tiene un componente mucho más industrial y para la que espera un crecimiento de demanda por el impulso a la energía solar que se avecina, “es una buena opción para buscar rentabilidad” dentro de esta categoría de activos. Y todo en un contexto en el que las monedas fiduciarias “seguirán perdiendo poder adquisitivo por la actuación de los bancos centrales”.
Por su parte, el asesor independiente y fundador de Nextep Finance, Víctor Alvargonzález, defiende que “la enorme cantidad de liquidez inyectada por los bancos centrales y las ayudas de los gobiernos benefician a los mercados de acciones”, que también se verán impulsados por “el hecho de que la gente está deseando vivir y, en consecuencia, consumir”. Una tentación que afectará especialmente a los que este año se lleven el Gordo.
Dividendos y fondos mixtos
Aunque Europa no está entre las prioridades de inversión del experto de Nextep Fnance, por su peor posición en cuanto a la revolución digital de la economía, reconoce que “si alguien ha ganado la lotería y quiere ser rentista, nada como las rentas por dividendos de las grandes compañías europeas”. Y es que ofrecen un rendimiento medio del 3% sobre sus precios actuales.
En cuanto a renta fija, Alvargonzález aconseja cautela porque “las compras de los bancos centrales permanecerán por un tiempo, pero en algún momento del año que viene empezarán a reducirse si hay estabilización económica”. En este contexto, se decanta por productos mixtos conservadores no sin antes advertir de que esta sería la “posición de partida” en el contexto actual, que habría que ir flexibilizando “si cambian las circunstancias”.
El experto concreta todo esto en destinar un 25% de la cartera de inversión procedente del premio de la lotería a fondos de renta fija mixta conservadora de la Eurozona y otro tanto a vehículos referenciados al EuroStoxx 50.
Un 20% para seguir la bolsa americana, especialmente el S&P 500. Entre otros fondos de renta variable estadounidense, bolsas asiáticas y renta fija corporativa de la Eurozona a corto-medio plazo, el consejo es repartir un 10% adicional en cada cajón.
Criptomonedas
Un activo que podría atraer a los ganadores de la Lotería de Navidad de este año y que les sería de fácil acceso dados los premios que maneja el sorteo es el bitcoin. Y, por extensión, el conjunto del universo de las criptomonedas.
El portavoz en España de eToro, Javier Molina, aconseja “no invertir más del 5% del capital destinado a posiciones de riesgo” a los que el 22 de diciembre resulten agraciados. “Un máximo del 8% al 10% para perfiles más arriesgados y con experiencia”, llega a conceder.
No obstante, con la base de estas premisas, considera que la oportunidad de entrar en criptoactivos con el Gordo es más que interesante. Un reciente estudio del bróker señalaba que la inclusión del bitcoin en las carteras de perfil conservador habría disparado un 50% rentabilidad de los últimos cinco años. Eso sí, aconseja limitar la inversión al bitcoin y el ethereum, las dos criptos con más trayectoria, solvencia tecnológica y liquidez del mercado.
Molina subraya que “hay cada vez más indicios de que están para quedarse”, y señala a casos como la reciente irrupción de BBVA en este mercado. Además, recomienda no tomar posiciones para especular a la primera de cambio ni jugársela con monedas digitales menos conocidas o de operativa más complicada.
En su lugar, considera que los ganadores del 22 de diciembre podrán invertir en estos activos “con miras a largo plazo, como una apuesta por las finanzas descentralizadas”.
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