Le decimos adiós a un año que nada ha tenido que ver con el que todos nos imaginábamos, pero al que todos queremos borrar de nuestra memoria.
No somos conscientes de lo he realmente hemos vivido: una terrible pandemia que todavía está lejos de erradicarse a pesar de tener la vacuna ya que tomará muchos meses el conseguir la inmunización colectiva, semanas y semanas encerrados en nuestras casas cerrando nuestra industria y generando un desplome económico superior al de la Guerra Civil. Solo teníamos un balcón para expresar nuestros sentimientos a las 20 horas en las que sí que nos pusimos inmediatamente de acuerdo en ponerle letra a un himno.
Quedan grabadas terribles imágenes en nuestras retinas como las del Palacio de Hielo para un uso muy distinto al habitual y un gran sentimiento de impotencia al creernos que teníamos la mejor sanidad del mundo.
Demasiadas sensaciones, demasiados familiares, demasiados allegados los que se han marchado antes de su hora por culpa de la Covid-19 que ha causado un daño irreparable en vidas y muy largo de recuperar en la economía.
En plena primera ola nació la nueva época de Invertia. Un 24 de febrero bajando la bolsa un 4% que nada hacía presagiar los que venía a continuación.
Un mes más tarde, nos encontrábamos ante una situación de pánico en los mercados y en los que muy pocos inversores supieron entender que el mercado estaba ofreciéndonos una increíble oportunidad de compra para el medio y largo plazo.
Ante dicha situación, nos hicimos eco de ello con este artículo. En él explicábamos cómo enfrentarnos a la situación de pánico de entonces y nos disponíamos a plantearnos un paquete de entradas pautadas para conseguir un buen precio medio.
Era un domingo por la mañana, y fue tanto el éxito de ese artículo que la misma noche escribí otro artículo en el que explicaba qué valores iba a comprar yo el lunes 23 de marzo.
Lunes tras lunes fuimos comprando porcentajes de nuestra liquidez y reportando tanto la evolución como las siguientes intenciones de compra con nuevos artículos.
Afortunadamente la diversificación no era solo temporal ni sectorial sino también por países con una mayor ponderación en EE. UU. que nos ha reportado una de las pocas alegrías que nos ha dado este 2020 que ya agota sus horas.
Así que más que olvidarlo, lo que tenemos que hacer realmente es no olvidarlo para ser conscientes que la bolsa siempre se excede en sus movimientos ante cisnes negros como el que hemos sufrido este 2020.
Sean ustedes muy felices, tengan una divertida salida de año y mucha salud y plusvalías para el 2021.