Airtificial afronta la segunda dimisión en su consejo de administración en apenas un mes. El consejero dominical Ramón Betolaza, fundador del fondo de capital riesgo Black Toro y segundo accionista de la cotizada a través de este vehículo, ha presentado su renuncia este miércoles.
La retirada de Roberto Ramón González de Betolaza -que es su nombre completo- la ha comunicado Airtificial a través de una información relevante de solo tres líneas remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En el documento se señala que "en sesión del consejo de administración celebrada hoy [por el día 27 de enero] ha formulado su dimisión por razones personales".
El comunicado no señala si en su lugar se sentará algún otro representante de Black Toro, puesto que el fondo de capital riesgo que fundó y formalmente todavía capitanea el dimitido consejero es titular indirecto de un 14,102% del capital de Airtificial. Una participación que, además de ser la segunda más relevante en su accionariado, está valorada en 19,59 millones de euros.
Nuevos proyectos
La retirada de Betolaza, después de dos años desde su nombramiento en noviembre de 2018, llega solo un mes después de que el fundador y expresidente de Airtificial, Rafael Contreras, anunció su retirada del consejo de administración de la empresa. Un paso a un lado adicional solo seis meses después de haber abandonado la presidencia.
Contreras, que se mantiene como accionista de Airtificial por un 4,6% de su capital social, decidió volcarse en el proyecto de espinilleras inteligentes Humanox. Ahora, fuentes cercanas al fundador de Black Toro señalan que su retirada se debe también a su intención de "centrarse en otros proyectos profesionales".
En este sentido, según adelantó Cinco Días, Betolaza habría decidido abandonar su criatura para fichar por el fondo BP Energy Partners, especializado en renovables y descarbonización de la economía. Una retirada en un momento especialmente crítico para la firma de capital riesgo, que ha visto caer por el precipicio del concurso de acreedores a varias de sus apuestas como MaryPaz, Amichi, Trucco, Bultaco y Fraggi.
Desde fuentes próximas a la cotizada se asegura que la inversión de Black Toro "no corre peligro" por el momento. Su retirada supondría una piedra en el camino de su reestructuración, cuyo principal hito aún reciente consistió en el cierre de una ampliación de capital de 15 millones de euros, que precisamente salió adelante gracias al respaldo de sus consejeros accionistas, y la refinanciación de sus deudas.