La bolsa española empezó la semana con problemas técnicos. Los sistemas de difusión de datos de los mercados operados por BME sufrieron este lunes una caída generalizada de una hora de duración que impidió la difusión de precios y volúmenes de sus cotizadas a ciertas plataformas a pesar de que la contratación se siguió realizando "sin problemas".
Aunque las órdenes se ejecutaron desde primera hora y la evolución de los índices -como el Ibex 35- se difundía sin problemas, no ocurrió lo mismo con cada una de las cotizadas del parqué español. Así lo confirmaron fuentes del operador de bolsas BME a Invertia, que aseguraron que se estaba "trabajando para que la normalidad se restablezca lo antes posible".
El restablecimiento de la difusión de precios llegó una hora después de la apertura de sesión, en torno a las 10:00 horas de Madrid. No obstante, algunas pocas plataformas de negociación sí recibieron los precios y demás detalles de negociación de las cotizadas españolas correctamente desde la apertura, pero en la mayoría los datos procedentes de Infobolsa no se actualizaban y hasta una hora después del toque de campana aparecían solo los precios de cierre de la sesión del viernes.
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El problema no se replicó en las pantallas de los brókeres que operaban desde Londres o a través de sistemas radicados en servidores británicos, según ha podido saber este portal. Este era el motivo por el que Invertia, que recibe datos de ICE Data Services en Reino Unido, sí que ofreció a sus lectores precios actualizados de esta sesión en todo momento.
Uno de los casos más recientes de problemas técnicos similares en un mercado bursátil avanzado tuvo lugar en la Bolsa de Tokio hace cuatro meses, aunque con consecuencias mucho peores. El tercer mayor mercado bursátil mundial no pudo restablecer los sistemas y se vio obligado a suspender sus operaciones el pasado jueves 1 de octubre debido a un fallo en los sistemas informáticos que impedían la correcta distribución de la información.
El operador de esta plaza, Japan Echange Group, explicó que "debido a un fallo de hardware, los dispositivos de respaldo no funcionaron correctamente y, como resultado, la información de mercado no pudo distribuirse". Al día siguiente, la bolsa nipona recuperó la normalidad.