Supongo que ya conocen la historia. La del banquero que, unas semanas antes del crash bursátil de 1929, fue a un limpiabotas y este le preguntó en qué valores le recomendaba invertir. No sé si llegó a darle el consejo, lo que sí sé es que John D. Rockefeller, que así se llamaba el banquero, cambió su agenda del día para dirigirse inmediatamente a su agente y vender todo lo que tenía en bolsa.
Como todas las buenas ideas, la que subyace detrás de esta acción es muy simple. Si hasta el limpiabotas estaba comprando significaba que ya casi no quedaban compradores, que es lo mismo que decir que se le está acabando la gasolina al mercado.
Mientras hay más 'dinero' que 'papel' -como se decía entonces-, la tendencia podrá ser volátil, pero será alcista. Cuando ya no quede dinero, cualquier susto se convierte en un diluvio de papel, sobre todo si gran parte de los inversores son novatos. Aunque matizaré que esto último es relativo, porque en mi experiencia he visto cometer los mismos errores -o mayores- a grandes inversores que a pequeños.
Cuando ya no queda dinero, cualquier susto se convierte en un diluvio de papel
La cuestión no es baladí. Si lo que estamos viendo últimamente en las bolsas es una nueva versión del limpiabotas habría que empezar a plantearse la retirada. Y sin duda algo de eso hay. Y no me refiero tanto a lo de Reddit, sino a esos anuncios de que si hubieras invertido tanto en Amazon o en Tesla habrías ganado no sé cuánto dinero. Y, además, ahora te ofrecen comprar acciones de esas compañías por fracciones y se da la proliferación de supuestos 'expertos' en YouTube que te ayudarán a invertir 'sin riesgo', etcétera.
A mí ese tipo de mensajes me preocupa bastante más que lo de Reddit y foros similares. Siempre ha habido un lado friki y altamente especulativo en el mercado. Ahora se llaman foros, Reddit, etc., pero antiguamente se llamaban rumores, corrillos o el 'runrún' del parqué y compraban y vendían 'chicharros'. Solo han afectado a la tendencia cuando se ha convertido en algo generalizado entre la población. En otras palabras, no creo que estemos todavía ante la versión millennial del limpiabotas.
La forma de detectar la llegada del limpiabotas que con sus preguntas anuncia la próxima crisis –y no tomen lo del limpiabotas como una actitud clasista sino como una metáfora– es cuando la bolsa se convierta en tema de conversación en bodas y bautizos, taxis –que ahora incluirá a Uber y Cabify- y en las barras de los bares.
Parece imposible, pero es lo que pasó a finales de los 80 y de los 90. No ya solo en EEUU, también en España. Antes -y después- del crash del 87 en muchos restaurantes y bares de Madrid había una especie de boletín de bolsa que era una versión analógica de un foro de los de ahora.
Un portal de Internet sin beneficios ni ingresos claros llegó a valer tanto como Endesa
Imagínense lo popular que se había hecho invertir en bolsa. Y todo el mundo quería participar en salidas a bolsa (OPV). Yo sólo era un becario, pero nunca olvidaré el 'enganche' que tuvo mucha gente que compró acciones de una empresa cárnica que salió a cotizar.
Y lo mismo a finales de la década, con la locura de las empresas puntocom, cuando un portal de Internet sin beneficios ni ingresos claros llegó a valer tanto como Endesa. No, no creo que estemos ahí todavía, aunque evidentemente acabaremos estando porque esa es la naturaleza humana. Y la del mercado.
Pero, aparte de mi percepción personal, hay un motivo mucho más importante y más técnico: el nivel de la oferta monetaria. Esta magnitud describe técnicamente el nivel de liquidez del sistema, es decir, dinero que está libre para gastarse o invertirse.
Básicamente se trata del dinero que está en cuentas corrientes o debajo del colchón. Pues bien, jamás en la historia ha sido tan elevado. Y eso en EEUU, donde hay mucha tradición de inversión bursátil. En Europa es incluso más alto. Y no les quiero decir en España.
La pandemia ha encerrado en casa a mucha gente y no son pocos los que han decidido decidar su tiempo a especular en bolsa, bitcoins, apuestas deportivas o todo a la vez
Tendríamos que ver cierto descenso de la oferta monetaria a niveles acordes con la media histórica y que en paralelo aumentara el peso de la renta variable en el ahorro de los ciudadanos. Una cosa es que la pandemia haya animado a mucha gente a especular en bolsa y otra que se haya convertido en una de las aficiones principales de la población. En EEUU están más cerca, pero no estamos como a finales de los 80 o los 90.
Lo que sí que está aquí para quedarse es una mayor volatilidad. Y eso exacerbará el nivel de las subidas y las bajadas. La pandemia ha encerrado en casa a mucha gente y no son pocos los que han decidido dedicar su tiempo a especular, ya sea en bolsa, en bitcoins, en apuestas deportivas o todo a la vez. E irá a más, pero eso no significa que cambie la tendencia o que todo el mundo haya decidido convertirse en 'amo del universo'. Una expresión acuñada, por cierto, en la época del crash de 1987.
***Víctor Alvargonzález es asesor financiero independiente y socio fundador de Nextep Finance.