Las vacunas, la abundante liquidez y la mejora de los datos respaldan el optimismo de los mercados mientras que, al mismo tiempo, un vistazo a cómo de lejos han llegado no puede evitarles la sensación de vértigo. Ahora, los mercados aún no están en situación de sobrecompra, las valoraciones son una mala guía para el desempeño a corto plazo y, en ausencia de un shock externo, hay margen para correr... de momento.
Después de tal repunte, la principal pregunta que se hacen los inversores es cuándo será el momento de vender. Y es que los inversores que estaban con baja exposición a los activos de riesgo, o que no compraron a tiempo más activos cíclicos como para beneficiarse del viraje que vimos a finales de 2020, se preguntan si ahora pueden comprar. ¿Cómo se puede adaptar una cartera de inversiones activa y con múltiples activos a este desafío?
La primera cuestión es abordar qué fuerzas clave están impulsando el rally y si se mantendrán. Analizando un marco de cuatro pilares (fuerzas macroeconómicas en los fundamentos económicos, política monetaria y fiscal, sentimiento de los inversores y valoración), mi opinión principal es que, a corto plazo, este repunte puede sostenerse.
Biden se centrará en equilibrar la balanza y, probablemente, aumenten los impuestos en EEUU y en otros lugares
Y es que los indicadores fundamentales continúan apuntando hacia un impulso económico positivo. En EEUU, los datos de consumo, los números de empleos, el gasto en tarjetas de crédito y el seguimiento de la movilidad, se mantienen a pesar del aumento en los casos de contagio de la Covid-19. Además, las encuestas de empresas siguen siendo optimistas y el sector manufacturero se está beneficiando de los bajos niveles de inventario tras la crisis de 2020, lo que ha llevado a una alta producción actual.
Aunque a corto plazo existe la preocupación de que el aumento en los casos de la Covid-19 pueda conducir a confinamientos más estrictos por parte del presidente Biden o la canciller Merkel, el panorama a medio plazo es saludable.
Los sólidos fundamentos están respaldados por una política fiscal y monetaria increíblemente flexible gracias a que los resultados de la revisión de políticas de la Reserva Federal de 2020 hicieron presagiar el cambio más importante en la banca central desde la década de 1970.
La Fed y otros ya no intentarán adelantarse a la inflación con medidas agresivas para endurecer las condiciones financieras, sino que dejarán que las economías se vayan calentando hasta que se consolide la inflación. Esto puede significar que la política monetaria se mantendrá laxa durante la mayor parte de 2021, si no durante todo el año, y es poco probable que se hable de una disminución anticipada de la Fed.
Nuestra expectativa es que el rally del mercado pierda fuerza hacia mediados de este año
Además de esto, el presidente Biden ya ha anunciado su intención de perseguir un paquete fiscal enorme: si bien sus ambiciosos planes se diluirán, casi con toda certeza, a medida que pasen por el proceso político de EEUU, el paquete final será significativo. Por otra parte, existe un consenso de que la austeridad de la crisis financiera posterior a la globalización fue un error y el apetito por el gasto público sigue siendo fuerte. La clave para los inversores es qué tesorería es probable que eliminen el estímulo primero y qué implicaciones tendría eso.
De nuestros otros dos pilares, nuestra investigación nos dice que las valoraciones no son una guía útil para los rendimientos a corto plazo, por lo que son de menor importancia en esta etapa. El sentimiento del mercado es quizás donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, buscando señales de la demasiada trivialidad que hay en los mercados.
Y es que, si bien, por supuesto, los inversores se han vuelto más optimistas en los últimos meses, todavía no estamos en una etapa en la que estemos demasiado preocupados. La volatilidad del mercado ha bajado mucho, el índice VIX está algo menos de diez puntos por encima que en esta misma época el año pasado y la protección a la baja sigue siendo inusualmente costosa, lo que refleja un grado de precaución entre los inversores.
Si bien estamos cada vez más preocupados por las medidas en torno al sentimiento de los mercados, en ausencia de un shock externo, hay espacio para avanzar en este rally y aún no es el momento de dirigirse hacia la puerta. Si bien siempre es difícil hacer predicciones de lo que podría suceder dentro de seis meses, nuestra expectativa es que el rally pierda fuerza hacia mediados de este año.
La principal pregunta que se hacen los inversores es cuándo será el momento de vender
El crecimiento económico aún se está recuperando del período de crisis y, naturalmente, el impulso del crecimiento decaerá a medida que avancemos hacia el tercer trimestre. Después de aprobar un gran paquete de estímulo, la atención de la administración de Biden se centrará en equilibrar la balanza y, probablemente, aumenten los impuestos en EEUU y en otros lugares.
El rally no puede durar para siempre, pero aún puede durar un tiempo.
***Talib Sheikh es responsable de Multiactivos de Jupiter AM