iM Global Partner advierte de una “oportunidad táctica” de inversión en bancos europeos
La firma de inversión tiene dudas en torno a la posibilidad de que el bitcoin “vaya a convertirse en una clase de activo” elegible para los gestores.
25 febrero, 2021 14:03Noticias relacionadas
La banca europea se convierte en una de las apuestas estrella de iM Global Partner para salir ganando en estos primeros compases de la recuperación económica. El gestor Adrien Pichoud considera que el sector tiene “potencial para los próximos meses”.
Con estas premisas, el experto del grupo iM Global Partner recomienda aprovechar la “oportunidad táctica” que ofrecen sus valoraciones actuales. Con la advertencia de que “a largo plazo quizá no haya continuidad”, considera que este es el momento de apostar por un sector que a lo largo de 2020 ha tenido que lidiar con inesperadas y drásticas rebajas de los tipos de interés, así como con un el miedo a un eventual repunte de la morosidad.
Así, los bancos europeos han pasado de ser una anécdota en las carteras del gestor de los fondos multiactivo de la gama Oyster a tener un papel más destacado. Un vuelco que el grupo financiero también ha procurado en otros sectores para aprovechar las oportunidades de la recuperación económica.
Rotación 'value'
Una estrategia que, en definitiva, se resume en “tomar beneficios en la parte más defensiva de la cartera y reasignar a la de corte más cíclico y value”, ha explicado Pichoud. Un viraje en el que, además de los bancos, se ganan una mención especial compañías de materiales, sectores “con mucha presión por la pandemia” y smallcaps.
En cualquier caso, desde la firma consideran que lo ocurrido con la Covid-19 no es más que un “miniciclo” que en 2021 dará lugar a “un año de fuerte crecimiento”. Sin embargo, recalcan que la tendencia a más largo plazo de la “japonización” sigue intacta con características invariables como un menor ritmo de crecimiento, presiones inflacionarias deprimidas y tipos muy bajos.
Repunte sin recorrido
Con este telón de fondo, Pichoud se muestra convencido de que los dos motores de la economía mundial serán EEUU y China. No obstante, las políticas acomodaticias de los bancos centrales aseguran estímulos para largo en las grandes economías, en las que el experto no espera “ningún ajuste acelerado”. Ni siquiera cree que a lo largo de este año se vayan a dar las condiciones necesarias para “empezar a pensar en una retirada”.
Aquí, las previsiones de iM Global Partner sobre la evolución de la inflación son determinantes. Aunque se espera un fuerte repunte puntual cuando la población “comience a gastar lo que ha estado ahorrando en este tiempo”, la firma no espera ningún rebote sostenido de los precios por encima del 2% de cara a los próximos 12 meses. Ni siquiera cree que vayan a estabilizarse más allá de lo que ya marcaban antes de la pandemia.
Los favoritos
Este escenario es el que lleva al grupo financiero a mostrarse positivo con las bolsas de EEUU y China, la deuda de mercados emergentes denominada en divisas fuertes y el oro. En un segundo peldaño, las preferencias de inversión de la firma abarcan también las bolsas de la Eurozona, Reino Unido, Japón y los mercados emergentes, la deuda periférica, la libra y las divisas emergentes, que prevé que se beneficien del repunte en el comercio internacional y las materias primas.
Por lo que se refiere a la deuda periférica de la Eurozona el gestor y también economista jefe de Banque SYZ, considera que “tener algunos soberanos que ofrezcan rentabilidad positiva es atractivo por sí mismo”. En este sentido, apunta hacia bonos de larga duración, ya que también considera que no hay riesgo de que los populismos políticos vayan a alcanzar posiciones como para que la Comisión Europea o el Banco Central Europeo (BCE) vaya a retirar su apoyo a países como España e Italia.
Al margen del bitcoin
En cuanto al bitcoin que tanto debate está generando en la industria de la inversión en los últimos tiempos, Pichoud muestra abiertamente sus dudas en torno a la posibilidad de que la criptomoneda “vaya a convertirse en una clase de activo por sí misma”, especialmente si se tienen en cuenta las “negativas o muy cautas advertencias” que desde hace tiempo vienen lanzando supervisores, bancos centrales y otras instituciones.