En el primer artículo que publiqué en febrero les decía que lo de Redditt era solo un pequeño síntoma de algo mucho más grande, algo sobre lo que vengo insistiendo desde finales del año pasado, y que llamaba 'la Gran Rotación'. Suena un poco prepotente, pero es que desde el punto de vista de los mercados la Gran Rotación es, en mi opinión, un movimiento sísmico situado en la parte alta de la escala de Richter.
Todo empezó con la llegada de la vacuna. Aunque parezca increíble y pese a que los fabricantes lo habían anunciado meses antes, era tal el ambiente de pesimismo que habían generado los influencers y analistas más conocidos -meter miedo atrae seguidores y clientes-, que algo que tenía que haber estado descontado no lo estaba en absoluto.
Y se generó el primer impacto. Se acabó lo de seguir los consejos de los de “la crisis”, “la burbuja” y la “represión financiera”: todo el mundo corriendo a incrementar el porcentaje de renta variable en cartera. Subidón bursátil. A continuación, llegaron las réplicas y sus consecuencias sectoriales y por países. Los 'indigentes' digitales, que tan mal vivieron durante la economía del confinamiento, revivieron.
Pero la gran rotación no lo es solo por su amplitud y potencia: también lo es por su longitud. El proceso no ha hecho más que empezar. A todos los niveles. Eso significa que los beneficios que se han obtenido detectando el cambio se pueden seguir generando. Es cuestión de seguir identificando hacia dónde irán las nuevas réplicas. En otras palabras, a río revuelto, ganancia de pescadores. Y el río sigue muy revuelto.
El mercado se ha percatado del movimiento por activos, sectores y países, pero todavía no se ha dado cuenta de que este año podría reanimarse la gestión activa de fondos. Que haya pescadores que aprovechen el río revuelto, vaya. El problema es localizarlos, porque seguirán siendo minoría, pero eso no significa que no se haya abierto una ventana de oportunidad.
Muy mal tendrán que hacerlo este año los gestores activos para no aprovechar un caldo de cultivo como la Gran Rotación
Otros años ni siquiera perdíamos el tiempo en seleccionar gestores, puesto que si durante más de diez el 90% había sido incapaz de batir a los índices, para qué perder el tiempo y que nuestros clientes pagaran comisiones por una gestión que no aportaba nada. Pero muy mal tendrán que hacerlo este año los gestores activos para no aprovechar un caldo de cultivo como la Gran Rotación.
Otra garantía de que la Gran Rotación va a seguir dando mucho de sí es el nuevo movimiento sísmico: la salida de dinero de los bonos con vencimiento a largo plazo (fondos de renta fija de largo plazo). Para no repetirme me remitiré al artículo que escribí aquí mismo el pasado día 12 de enero, advirtiendo del tsunami que podía generar este nuevo seísmo.
Lo escrito entonces se ha hecho realidad en febrero y marzo y continuará a lo largo del año, así que el 'sálvese quien pueda' de los bonos seguirá generando oportunidades.
Gran parte de ese dinero podría ir a renta variable y quien acierte en el destino final de ese dinero le dará una gran alegría a sus clientes. Piensen que, como diría José Mota, “alguien” tiene más de 12 billones de dólares en bonos con rentabilidad negativa (en realidad son muchos inversores, particulares e institucionales). Si consiguen colocárselos a los bancos centrales, ¿qué harán con ese dinero? ¿Dejarlo en una cuenta corriente?
Quien acierte en el destino final del dinero que saldrá de los bonos con vencimiento a largo plazo dará una gran alegría a sus clientes
El seísmo de la renta fija también permite ganar dinero apostando a la contra, es decir, apostando porque sigan subiendo los tipos de interés (aunque probablemente a partir de ahora lo hagan de forma más moderada). Antiguamente era una inversión 'contraria' que solo estaba al alcance de los operadores de futuros y opciones, pero hoy en día comprar un producto que se beneficie de la subida de los tipos de interés es muy sencillo.
Luego llegará otro terremoto, que será el que se producirá cuando, con la vuelta a la normalidad y el crecimiento, una parte de los ciudadanos decida invertir sus ahorros en 'algo' que de algún tipo de rentabilidad. Ese dinero que saldrá del colchón, de la cuenta corriente o de ese fondo de renta fija que ya solo da disgustos es también mucho dinero.
Vista la magnitud del movimiento que les describí a finales del año pasado y les recuerdo ahora, ¿les parece exagerado que lo llamara 'la Gran Rotación'? ¿Y que lo pusiera en mayúsculas? Pues ya saben, no sólo es grande: también será largo.
***Víctor Alvargonzález es asesor financiero independiente y socio fundador de Nextep Finance