Wall Street insistía a la baja este miércoles a pesar de haber empezado la sesión con ánimo alcista. Las ventas regresaban sin pistas sobre nuevos estímulos y con unos datos macroeconómicos debilitados para profundizar en la corrección más abultada en cerca de tres semanas de los índices neoyorquinos. La proliferación de medidas de restricción frente a la Covid-19 tampoco ayudaba a enmendar el rumbo.
A pesar del entusiasmo inicial, especialmente entre los cazadores de gangas, el mercado se venía abajo ante la total ausencia de pistas sobre los próximos movimientos que podrían implantar la Reserva Federal (Fed) y el Tesoro para modular sus estímulos conforme evolucione la economía estadounidense. Este miércoles, el presidente del banco central, Jerome Powell, y su colega al frente de la otra institución, Janet Yellen, comparecían ante el Senado sin variar ni una coma de sus últimos discursos.
Con estas premisas, el Dow Jones sufría un retroceso mínimo del 0,01% que dejaba su gráfica en los 32.420,06 puntos. Un 0,55% perdía el S&P 500, que cerraba en los 3.889,14 puntos. Más profundo era el retroceso para el Nasdaq, que ya amanecía vestido de rojo. Caídas del 2,01% hasta los 12.961,89 puntos.
El entusiasmo por la buena marcha del sector manufacturero en marzo, especialmente en Europa, se desvanecía una vez que los 59 puntos del índice PMI del sector secundario en EEUU se quedaban ligeramente por debajo de las previsiones de consenso. Aunque se superaba la marca del mes anterior, restaban tres décimas para colmar las expectativas de los economistas.
Además, las peticiones de bienes duraderos mostraban un imprevisto retroceso del 1,1% frente al crecimiento del 0,8% que se venía esperando en el mercado. Otro trago amargo que restaba fuerza a los avances de primerísima hora en Wall Street.
Foco tecnológico
En el terreno corporativo, GameStop era protagonista por la mala digestión de sus cuentas anuales. A pesar de que batía previsiones al cuadruplicar su beneficio anual, la cadena de tiendas de videojuegos decepcionaba con sus ganancias en su cuarto trimestre fiscal. De este modo, descalabro al canto del 33,8% para la compañía que se ha convertido en blanco frecuente de asaltos especulativos a sus acciones.
Más amable era la sesión para Intel Corp, aunque remataba con descensos del 2,3% tras conocerse el plan de negocio que ha desplegado su recién llegado consejero delegado, Pat Gelsinger. Con el objetivo de recuperar la rentabilidad de la compañía y situarla a la vanguardia tecnológica, se han anunciado inversiones por 20.000 millones de dólares en nuevos centros de desarrollo.
Tesla acepta bitcoins
Un 4,8% se dejaban al cierre las acciones de Tesla después de que su 'Tecno-Rey', Elon Musk, ha anunciado a través de un tuit que la fabricante de coches eléctricos ya acepta bitcoins como pago por sus productos, como anunció a comienzos de febrero. De momento, la medida es aplicable solo en EEUU, si bien el directivo ha anunciado que "más adelante este año" estará disponible para otros mercados.
En contraposición, la cotización del bitcoin llegaba a subir cerca de un 3% hasta rondar los 57.000 dólares. Una cota que todavía dista bastante de los 62.000 'billetes verdes' en los que se sitúan los recientes máximos de una criptomoneda que Musk asegura que se mantendrán tal cual, "sin convertirlos a divisa fiduciaria".