El Ibex 35 consigue salvar los 8.400 puntos al cierre de una sesión plagada de vaivenes

Las bolsas europeas repetían otra sesión de bandazos estrechos este jueves. Muy pendientes de las referencias macroeconómicas que iban viendo la luz y dejaban una de cal y otra de arena para los inversores. El Ibex 35 cedía un 0,41% al cierre, hasta los 8.409,5 puntos. Un punto seguido más que honroso para una jornada en la que, una vez más, los 8.300 enteros se perdían en los mínimos intradía.

Entre los valores que más tiraban hacia abajo del índice, los valores de materias primas que en la víspera lideraron la parte alta de la tabla de revalorizaciones. ArcelorMittal perdía un 2,8% y Repsol se dejaba un 3,4% al cierre de una sesión en la que sufría el retroceso del petróleo tras el brusco ascenso de la víspera, consecuencia del bloqueo del canal de Suez. Y, sin embargo, seguía sin resolverse este jueves.

Los valores financieros también se colocaban en la parte menos amable de la tabla, con caídas más significativas en valores como Banco Sabadell (-3%) y Bankia, que cedía un 2,2% en la que previsiblemente era su penúltima sesión como cotizada antes de su absorción por parte de CaixaBank (-2,2%). Otro peso pesado del índice que contribuía al paso atrás del selectivo español era Telefónica, un 0,4% abajo.

En rojo, aunque por un liviano 0,04%, también Inditex. Y eso que esta mañana recibía una mejora de precio objetivo de HSBC, que elevaba su techo desde los 29,5 euros hasta los 32 por acción. Más profundos, los retrocesos de Solaria (-7%) y Merlin Properties (-3%), que formaban parte del podio colista del índice.

Al otro extremo de la tabla de revalorizaciones, el verde lo dominaban Cie Automotive (+1,9%), que se resarcía así de parte de los decensos de la víspera, Grifols (+1,6%) y Red Eléctrica (+1,1%). Otros blue chips del sector energético contribuían a suavizar el descenso del selectivo español, que por momentos llegó a perder más de un 1,5%. Eran los casos de Endesa (+0,8%), Iberdrola (+0,5%) o Naturgy (+0,3%).

Por el mercado secundario de deuda soberana, el bono español a diez años alcanzaba una rentabilidad ligeramente superior a la del miércoles, al filo del 0,27%. Los persistentes temores al regreso de la inflación, apoyados este jueves en los datos macroeconómicos que veían la luz en EEUU, estaban detrás. No obstante, la prima de riesgo permanecía anclada a los 65 puntos básicos.