En el sector financiero existen cientos -más bien miles de indicadores- y modelos cuantitativos que teóricamente pueden pronosticar futuros cambios de tendencia. Sin embargo, ¿cómo de útiles son? Warren Buffett y Charlie Munger, por ejemplo, siempre decían que escuchar las predicciones macroeconómicas o de mercado de otros es una pérdida de tiempo.
La verdad está entremedias. Aferrarse ciegamente al seguimiento de tendencias como religión, ignorando cualquier evidencia del mundo real, podría ser una mala idea.
Por un lado, los modelos cuantitativos bien desarrollados pueden ayudar a optimizar la toma de decisiones, por otro lado, no deberían ser estandarizados. Siempre puede haber diferencias clave que requieren un ajuste en las expectativas y enfoque.
Tal y como hemos visto el año pasado, las acciones son propensas a una rápida expansión de la volatilidad en los mercados bajistas. Como resultado, el modelo cuantitativo se desvanece. Incluso cambiando los parámetros hacia arriba y hacia abajo, a veces no sirve de nada. Por cierto, cuando los fondos de cobertura dicen que utilizan estrategias de tendencia o impulso esto no significa que estén utilizando el mismo modelo para todos los valores.
Aferrarse ciegamente al seguimiento de tendencias como religión, ignorando cualquier evidencia del mundo real, podría ser una mala idea
Una de las posibles soluciones sería adaptar los modelos y hacer algo más cercano al momentum trading. Aun así, la rentabilidad dependerá mucho más del estado general de los mercados de valores. Además, la volatilidad de acciones individuales puede cambiar drásticamente con el tiempo. Por lo que es necesario reequilibrar el tamaño de sus posiciones.
Asimismo, a veces es mejor operar con menos acciones con posiciones más grandes. Suena contraintuitivo, ¿no? La respuesta esta en que solo necesita reducir el riesgo del evento individual a niveles razonables y al elegir 40 valores en vez de 20 no le va a mejorar el rendimiento.
Resumiendo, modelos cuantitativos basados en el seguimiento de la tendencia pueden ser útiles, pero no deberían ser tratados como dogma religioso. Es necesario comprobar qué funciona y cómo funciona.
El seguimiento de tendencias es un gran concepto, pero hay que tener en cuenta sus limitaciones. Es necesario adaptar sus reglas a la realidad y superponer “estrategias de satélite” donde sea necesario.
***Igor Kuchma es analista de Trading View