Con una clara pauta de máximos y mínimos decrecientes desde hace 8 meses ahora parece que se niega a perder los 1.680 dólares por onza y con ello debemos estar atentos a alguna figura de giro alcista que nos diga que lo peor ya queda atrás.
A lo largo de estos meses de caídas se ha perdido la media móvil de largo plazo que ahora quedaría como un buen objetivo a testear si el capaz de marcar suelo.
Para ello, por un lado no podemos permitirnos el bajar más allá de los 1.680 dólares y si lo hacemos que sea por muy poco y en formato intradiario para dejar patente una divergencia alcista por oscilador.
Pero lo segundo y más importante es que debemos ver una reacción alcista que nos lleve a culminar la supuesta figura de doble suelo que puede estar haciendo el precio del oro.
Solo entonces tendremos abierto el escenario de testeo de la media móvil de largo plazo perdida en febrero y que se encuentra ahora en los 1.859 dólares por onza.
Ante esta situación se presentan varias estrategias que detallamos a continuación.