Wall Street perdía buena parte de su euforia inicial este miércoles al conocer las advertencias de cautela del Libro Beige de la Fed. Un toque de atención centrado en el "desafiante" mercado laboral que frustraba el avance de sus índices hacia nuevos máximos históricos. Unas cotas que sí se veían en el ecuador de una sesión en la que Coinbase debutaba disparada y los bancos sorprendían para bien con sus cuentas.
Las entidades financieras más madrugadoras en la publicación de sus resultados de cierre de marzo superaban las previsiones de consenso de los analistas. Una prueba de fuego clave que, igual que hace tres meses supuso un mal trago para muchos inversores, esta vez se convertía en uno dulce que también contribuía a alimentar el apetito ante el esperado estreno de Coinbase.
Este era el escenario amable que a última hora opacaba el banco central estadounidense. El Dow Jones subía un 0,16% hasta los 33.730,9 puntos, de manera que se le escapan los máximos históricos a los que apuntaba al cotizar por encima de los 33.900 enteros a media sesión. Un 0,41% perdía el S&P 500, en los 4.124,7 puntos. Más profundo era el retroceso del Nasdaq, un 0,99% abajo en los 13.857,8 puntos.
El foco de la sesión se situaba sobre el terreno corporativo, pero también las referencias macroeconómicas que veían la luz contribuían al entusiasmo en la primera mitad de la jornada. Ese era el caso de los índices de precios del comercio exterior, con subidas del 1,2% en importación y del 6,9% en exportación.
Lo mismo ocurría con las cifras de inventarios de petróleo. Las reservas de refinados menguaban en más de 2 millones de barriles desde su último recuento, cuando los analistas estaban esperando un incremento de casi un millón. Un signo más de la recuperación económica a la que la Fed ponía peros.
Bancos y reformas
El sector financiero apuntaba al alza con determinación apoyado en sus números del primer trimestre. Era el caso de Wells Fargo, que sumaba un 5,5% a su gráfica de cotización después de haber publicado un beneficio neto de 4.742 millones de dólares, más de siete veces lo cosechado hace un año. Y eso que entonces la pandemia apenas había estallado.
Un 2,3% subía Goldman Sachs tras haber comunicado ganancias de 6.711 millones de dólares. Una cifra que supone más de seis veces el número aportado al cierre del primer trimestre del año pasado.
A contracorriente de sus rivales, JP Morgan cedía un 1,9%. Y es que, aunque lograba batir previsiones de negocio tanto en beneficio como en ingresos, el consejero delegado de la entidad financiera, Jamie Dimon, frenaba el entusiasmo inversor al anunciar una "desafiante" demanda de crédito con vistas a los próximos meses.
Más profundo era el descenso de Bed Bath & Beyond, que perdía un 12,2% de su capitalización después de haberse quedado corto en su cifra de ventas frente a las previsiones de consenso. La progresiva vuelta a la normalidad tras un confinamiento en el que las reformas del hogar vivieron un tiempo dorado se deja notar en sus cuentas.
Coinbase se desboca
El segundo foco de la sesión estaba en el esperado debut de Coinbase, la plataforma líder en negociación en criptomonedas en EEUU. Los primeros cruces sobre sus acciones no llegaban hasta cuatro horas después del arranque de la sesión en Wall Street, pero la acumulación de órdenes de compra disparaba su precio un 72%: desde los 250 dólares fijados para su debut hasta los 429,54 dólares que se marcaban en los máximos intradía de su primera sesión.
Tras los primeros compases, la euforia se moderaba ligeramente. Al cierre de la sesión de estreno, último precio en los 328,28 dólares, un 31,3% al alza para unas acciones que ya se negocian en el mercado Nasdaq bajo las siglas COIN. Así, su capitalización se quedaba en 85.800 millones de dólares, ligeramente por debajo de los 100.000 millones que la dejaba en empate con una gigante mundial como Inditex, la compañía más valiosa de toda la bolsa española.
La concentración de órdenes de compra era abultada este miércoles porque Coinbase decidía debutar a través de un listado directo de sus acciones, sin ejecutar ninguna emisión de nuevas acciones. Los que vendían eran los actuales accionistas de la plataforma, un grupo del que forman parte un nutrido grupo de sus empleados y firmas de todo el mundo como el banco español BBVA.