La volatilidad y la incertidumbre provocada por la irrupción de la pandemia ha multiplicado los intentos de estafa usando como reclamo los mercados financieros. Sin embargo, las comunicaciones de denuncia de operaciones con posible abuso de mercado han caído un 19% a lo largo del último año.
Los organismos rectores del mercado y las empresas de servicios de inversión rimitieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de un total de 274 avisos por transacciones sospechosas en este ámbito a lo largo de 2020. Un año antes, se produjeron 338 notificaciones, según ha informado este martes el supervisor.
Desde la institución se explica que este descenso tiene su origen fundamentalmente en la reducción del 33% de avisos recibidos desde autoridades competentes europeas, que han pasado de trasladar 132 notificaciones hace un año a solo 88 en el último ejercicio. No obstante, también las empresas de servicios de inversión (-9%) y los responsables de los mercados de negociación (-29%) también redujeron considerablemente sus alertas.
Información privilegiada en bolsa
En lo que hay pocos cambios es en los instrumentos financieros sobre los que se denuncian estas posibles prácticas de abuso de mercado. En un 85% se señaló hacia títulos de renta variable, con 239 avisos. Solo un 6,8% se refirió a operaciones realizadas con instrumentos de renta fija, donde además se produjo una "abrupta disminución" -dice la CNMV- de alertas: un 62% menos que en 2019.
Por lo que se refiere al origen de las sospechas, la mayoría de alertas saltaron por posible uso de información privilegiada. Un factor que estuvo relacionado con "más de la mitad" de las denuncias recibidas, en línea con ejercicios anteriores. Además, desde la CNMV se han remitido un total de 49 comunicaciones a 16 autoridades competentes internacionales, con Alemania y Suecia como destinos más frecuentes.
Desde el supervisor español se subraya que, a pesar del descenso en el número de notificaciones recibidas, sí que se ha producido un sensible aumento en la calidad de la información aportada en estas. Así, a lo largo del 2020 de la pandemia, un 57% de las denuncias contaba con una descripción precisa de la operativa sospechosa así como con "indicios suficientes, razonables y plausibles". Hace un año, solo un 43% fueron tan precisas.
A pesar de que solo un 13% de las alertas recibidas se califican como de calidad media-baja, la CNMV considera que aún hay margen para mejorar en "la identificación de la lógica y coherencia de la conducta comunicada a los efectos de considerar la existencia de posibles indicios de uso de información privilegiada o manipulación de precios". En este sentido, está previsto el envío de recomendaciones específicas a los responsables de la emisión de estas alertas.
Agilizar los plazos
Del mismo moco, la institución que preside Rodrigo Buenaventura señala que "los plazos en los que se han recibido algunas comunicaciones ponen de manifiesto un cierto desfase temporal entre la fecha de la operativa sospechosa y la fecha en la que se comunica". A lo largo del último año, 45 notificaciones llegaron pasados los 60 días que la Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA, por sus siglas en inglés) señala como periodo máximo orientativo. Esto supuso un 36% más que en el año precedente.