No es la primera vez que se rescata a Duro Felguera y posiblemente no sea la última en la medida que es una máquina de quemar dinero que acumula años y años de pérdidas a lo largo del tiempo.
De hecho, parece que cada vez es menos atractivo salvar a la empresa puesto que desde que el consejo de ministro hace mes y medio acordó el rescate por valor de 120 millones de euros, las condiciones de ese rescate han ido cambiando tanto por parte de la SEPI como por parte de las entidades bancarias ya muy a mantener el grifo abierto.
Al final, como casi siempre ocurre con las empresas claramente en quiebra técnica; pero con arraigo a una región de España y con plantillas importantes, las llamadas por parte de los políticos hacia las entidades bancarias acaban por convencer, por no decir coaccionar, para acabar abriendo el grifo de nuevo.
El efecto del rescate es positivo
Solo faltaría que no lo fuera, puesto que se garantiza la continuidad de su actividad, pero esto, como ya ha ocurrido otras muchas veces, solo es una botella de oxígeno para poder sobrevivir una determinada cantidad de tiempo adicional.
Para que esto no sea cierto, la empresa tiene que dar un cambio drástico de gestión e inclusive cambio de actividad hacia otra más rentable. Mientras esto no ocurre no deberíamos poder escapar de esta pesadilla.
Por otro lado, desde el punto de vista técnico y por lo tanto mirando más en el corto plazo. La situación no es tan negativa, o por lo menos no lo es mientras que no marquemos mínimos por debajo de los que ya se han marcado en la sesión de hoy.
Solo debemos tener en cuenta la gran importancia que supone la media móvil de medio plazo y que se encuentra en los 1,115 euros.
Este nivel de precios es vital para el desarrollo futuro de las próximas sesiones. De hecho, no me sorprendería en absoluto que ante la imposibilidad de poder romper con rotundidad este nivel de precios acabemos cerrando el hueco de apertura de la sesión de hoy y por lo tanto todos los inversores que han entrado en la sesión de hoy atraídos por la noticia acaben la sesión en rojo.
Solo con cierres sostenidos por encima de los 1,115 euros durante más de una sesión, podremos confiar en una continuidad hacia los 1,21 euros y si éstos son rotos poder soñar con los máximos anuales de 1,50 euros.
Este sería el mejor escenario posible, pero de difícil cumplimiento puesto que altamente probable que los inversores hagan caja antes.
Así que todo lo que sea perder los 1,115 euros en futuras sesiones es una clara invitación para salir corriendo de la acción.