Cada año por estas fechas vuelve a aparecer. Es aquel viejo dicho que recomienda que cuando el año se ha dado bien hasta abril, lo mejor es recoger ganancias y olvidarse del mercado hasta octubre. Esta vez, con el Ibex 35 en máximos anuales y con la rentabilidad del bono apuntando al alza, el aforismo resuena con fuerza.
La antigua sentencia, en inglés, dice así en su versión completa: “Sell in May and go away and come back on St. Leger’s Day”. Es decir: “Vende en mayo y márchate y regresa el Día de San Leodegario”, en alusión a una conocida carrera de caballos que se celebra el 15 de octubre de cada año desde 1776 en el hipódromo de Doncaster (Reino Unido), organizada inicialmente por la familia que lleva por apellido el nombre del santo francés.
Las circunstancias en las que este año se estrena la quinta hoja del calendario hacen que la pregunta cobre más fuerza entre muchos inversores. Y es que el Ibex se mueve en máximos de los últimos 14 meses después de haberse apuntado una remontada del 10% en lo que va de año. El temor a que un eventual traspié en la senda de la recuperación económica liquide las ganancias que con tantas dificultades han conseguido sumar también cotiza al alza.
Margen alcista
En este sentido, los expertos coinciden en señalar que el potencial de remontada tanto de la economía como de las bolsas es aún más que sustancial. De hecho, la Eurozona acaba de constatar su segunda entrada en recesión técnica en menos de un año. Sin embargo, precisamente por esto, persiste la incertidumbre ante los efectos dañinos que podría tener un paso atrás en la lucha sanitaria contra la pandemia o una mala ejecución en los planes de estímulo monetario o financiero.
Aquí, la principal amenaza se refiere a un posible trasvase de capitales en masa desde la renta variable hacia la renta fija. Especialmente, entre los inversores de perfil más conservador que habían huido de los bonos ante una escasísima rentabilidad que ahora comienza a repuntar. En los papeles españoles a diez años, que comienzan a asomarse de vuelta a rendimientos del 0,5%, se ven máximos de los últimos 11 meses.
Atentos al 2% en EEUU
Si este vuelco en las carteras de inversión se consumase, las bolsas se quedarían sin una de las fuentes de capital que vienen espoleando su remontada en los últimos meses. Y eso en un momento en el que apenas han comenzado su rotación hacia posiciones más value y cíclicas, según comparten varios analistas y grandes firmas internacionales en sus informes de estrategia de cara a este segundo trimestre.
Las manos fuertes del mercado han llegado a señalar una cota clave que señalaría la llegada del momento de ejecutar el ‘sell in May’. En la última edición de la Encuesta Global de Gestores de Fondos de Bank of America, estos profesionales del mercado indican que el salto del bono federal estadounidense por encima del 2% de rentabilidad podría llegar a suponer un retroceso del 10% para las bolsas internacionales.
Así lo considera un 47% neto de los más de 200 gestores internacionales consultados por el prestigioso banco de inversión. No obstante, el matiz llega por el hecho de que la caída sería mayor en aquellas plazas que más rápido han celebrado la todavía incipiente y frágil recuperación económica. En este sentido, no hay que olvidar que mientras los índices de Wall Street cotizan en zona de máximos históricos, al Ibex 35 -por no ir más lejos- todavía le resta un 14% hasta sus máximos previos al estallido de la pandemia.
Con estas premisas, Susana Felpeto, directora de renta variable de atl Capital, reconoce que aunque “es cierto que siempre llega esta época nos planteamos el dicho, la realidad es que las expectativas del mercado apuntan mucho más allá”. Además, recuerda que, pese a la popularidad de la sentencia, “es un patrón no tan recurrente como otros menos conocidos”.
Motivos para comprar
En su opinión, la evolución de los resultados corporativos, el efecto sobre la economía de los fondos de reconstrucción europeos -que siguen pendientes de desembolso-, y los avances en la vacunación siembran optimismo de cara al futuro más inmediato. En su opinión, no es momento de deshacer posiciones, sino de “seguir con las estrategias desplegadas teniendo muy en cuenta los stops y objetivos con independencia del calendario”.
Desde el punto de vista de Sergio Ávila, analista de IG, “la tendencia del Ibex 35 sigue siendo alcista” precisamente gracias a la continuidad de los estímulos de los bancos centrales, que “siguen siendo el motor de los mercados”. Este es el escenario en el que subraya que “no hay motivos para vender, ni siquiera a pesar de que entremos en un periodo estacional negativo”.
A favor de la continuidad alcista de las bolsas, incluido el índice español por antonomasia, se decanta también Joaquín Robles, analista de XTB. Sin embargo, y a pesar de la vigencia de sus catalizadores alcistas, reconoce que no le extrañaría “ver una corrección entre el 5% y el 10% durante los próximos dos meses”.
En este punto, Robles señala hacia posibles factores de tensionamiento que podrían desencadenar esta marcha atrás en índices de referencia mundial como el S&P 500 estadounidense y el DAX alemán, en máximos históricos en ambos casos. Entre otros, nombra al temido repunte de la inflación, la reforma fiscal de Joe Biden, retrasos en los suministros de las vacunas o el inicio del endurecimiento monetario.
Aliados para el Ibex
Sin embargo, el analista de Invertia, Eduardo Bolinches señala que “por ahora mandan los precios y hablan alto y claro de que se mantiene la estructura de mínimos y máximos crecientes”. Un indicador técnico muy seguido que, “en la medida que no se vea roto”, se convierte en un “claro mantener” en cartera, insiste.
Por si fuera poco, en el caso del Ibex 35 considera que los indicadores de tendencia son “mucho más evidentes”. En concreto, subraya que los últimos máximos han abierto la puerta al asalto del índice a los 9.050 puntos en primera instancia. Sin embargo, comenta que, a la baja, “cualquier cota por encima de los 8.700 puntos es sinónimo de tranquilidad absoluta”.
Incluso si se produjeran descensos a corto plazo, Robles señala que “podrían dar una oportunidad para entrar en valores que se están enfrentado durante las últimas semanas a fuertes resistencias”. Tal es el convencimiento de que mayo será más tiempo de engordar cartera que de aligerarla que sigue señalando como objetivo para el selectivo español “niveles cercanos a los 9.200 puntos”.
Una remontada que esta vez podría contar el aval de la banca gracias a “unos resultados mejor de lo previsto en el primer trimestre”, según destaca Felpeto. El peso de este sector, que durante el año pasado fue un claro factor de lastre para el índice español, “ahora nos beneficia”. Y eso que los bajos tipos de interés que lastran su generación de márgenes siguen garantizados.
Sin 'tapering' a la vista
Para remate de todo lo anterior en un mayo que acaba de comenzar, los analistas se mantienen convencidos de que la recuperación tendría que avanzar mucho más que ahora para que los bancos centrales comenzasen a plantearse ‘desapuntalar’ la economía. “No antes de que un 70% de la población esté vacunada”, se atreve a vaticinar Bolinches.
El tapering todavía les resulta lejano. Incluso aunque lleguen eventuales picos de inflación a los que ya se ha corrido a restar importancia para que no se active el temido ascenso de rentabilidades en el mercado secundario de deuda. Un fenómeno que ahora empieza a asomar en Europa, pero que en EEUU lleva tiempo presionando a Wall Street, aunque sin conseguir un impacto suficiente como para frenar su escalada sin techo.
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