En la que espero sea mi antepenúltima conferencia vía Zoom, dado que estoy deseando hacer conferencias con público en directo, hablé de las bolsas de oportunidad que quedan en los mercados. Y entre estas, que no son pocas, hay una que puede dar mucho juego.
Conviene aclarar previamente a qué me refiero con eso de “bolsas de oportunidad que quedan en los mercados”. Y no solo en las bolsas, por cierto. Y me refiero a que, aunque el pensamiento mayoritario es que todo ha subido mucho y queda poco por ganar, un análisis rápido lleva a la conclusión de que no es cierto, que ni ha subido todo ni ha subido por igual. Y que, efectivamente, todavía hay muchas vetas o filones que explotar.
De todas ellas, hay una que genera muchas derivadas. Se trata de la inflación. Nótese, en primer lugar, que para ganar dinero utilizando como idea de partida la inflación ni siquiera es necesario que aumente significativamente. Al menos en una primera fase, basta con que exista la expectativa de que se dan las condiciones para el repunte. Es lo que nos ha permitido ganar dinero poniéndonos 'cortos' en bonos o apostando por los índices y sectores beneficiarios de la salida de dinero de la renta fija.
Lo importante es saber jugar bien la partida e identificar los activos, sectores y países que se benefician de estas ideas
Porque cuando el dinero sale de un sitio siempre va a otro. Lo importante es detectar ese o esos fondos de inversión y ETF que más se van a beneficiar de la llegada de ese dinero. Y lo bueno es que suelen ser movimientos tendenciales, es decir, duran bastante tiempo.
En octubre y noviembre del año pasado, empezamos por los beneficiarios más evidentes, pero en el que ya se conoce como reflation trade hay muchas más alternativas. Y todas son potencialmente muy rentables. Especialmente, si -como parece- el repunte de la inflación -que, de hecho, ya está confirmado- fuera a más.
Es importante tener en cuenta que quien establece las tendencias son los norteamericanos y que, como son grandes vendedores, le ponen siempre un nombre llamativo a la idea de inversión que quieren vender a sus clientes. Y cuando le ponen nombre, las posibilidades de que se materialice en buenos beneficios aumentan exponencialmente. Porque se retroalimenta.
Cuando nosotros hablábamos en octubre de que la salida de la pandemia haría repuntar la inflación, ya que nunca se había inyectado tanta liquidez ni se habían creado planes de estímulo como estos -por no hablar del dinero que tiene la gente debajo del colchón y está deseando gastar-, obviamente nuestro comentario se quedó en casa. Pero ahora que los norteamericanos hablan de reflation trade, la cosa cambia.
Recordemos lo que decía Keynes de que los mercados se rigen por las modas. Y yo añadiría que, concretamente, por las modas que establecen las grandes casas de inversión norteamericanas. Los países componentes de los BRIC se dispararon en bolsa cuando Goldman Sachs acuñó el término para venderle la idea a sus clientes vía fondos. El año pasado, el Nasdaq era lógico que fuera el mejor índice, dado que reunía a las empresas que mejor les venía una situación de confinamiento, pero no fue hasta que se empezó a hablar de la “economía del confinamiento” que se produjeron las mayores subidas.
Nosotros le añadimos hace meses el calificativo “gran” al término “rotación”, porque entendemos que escrito así y con mayúsculas -“Gran Rotación”- transmite mucho mejor la idea de que esta rotación que ha generado la pandemia y la salida de la misma no es una rotación cualquiera y que hay mucho que ganar con ella. Incluido el “reflation trade”.
En cuestiones de inversión no solo se trata de ir a la moda, sino de saber lucirla
Obviamente, nuestra etiqueta no ha tenido el mismo impacto, pero quien nos ha hecho caso le está sacando muy buen partido. Y le va a sacar más en el futuro con las nuevas incorporaciones que vamos a realizar en nuestras carteras recomendadas.
Porque lo de “gran” antes de “rotación” lo ponemos por la amplitud, pero también por la variedad de opciones de inversión que genera y por la duración de las mismas. Porque, y es solo un ejemplo, ¿qué pasa si el repunte de la inflación no se queda en repunte y pasa a tendencia? Todavía no podemos saber si será así, pero, si lo fuera, estamos hablando de un cambio sin precedentes en los últimos 30 años.
Lo bueno es que, de momento, ni siquiera hay que preocuparse porque sea repunte o tendencia. Es moda en Norteamérica y es suficiente. Aquí lo importante es saber jugar bien la partida e identificar los activos, sectores y países que se benefician de estas y otras ideas.
Y no es fácil, porque ya estamos viendo que algunas de las que serían más evidentes en este entorno no están funcionando. Porque, por ejemplo, si tan de moda está la posibilidad de que vuelva la inflación, ¿por qué no sube el oro? Y de ahí, en adelante. Así que no solo se trata de ir a la moda, sino de saber lucirla.
***Víctor Alvargonzález es asesor financiero independiente y socio fundador de Nextep Finance