La Reserva Federal estadounidense ha comenzado a prepararnos para que no nos preocupemos cuando veamos que la inflación se coloca por encima del 2% y ello no suben los tipos de interés. Quizás veamos algún guiño en forma de reducción de los programas de recompra de bonos de su cartera y poco más.
Pero la realidad es que tampoco van a poder dejar de comprarlos porque de lo contrario, los tipos de interés del mercado de bonos se pondrán a subir más rápidamente de lo que lo viene haciendo el pasado verano.
Con el arma elegida de expansión del crédito, muy pronto la economía de EE.UU. valdrá menos de lo que debe tal y como se puede contemplar en la siguiente imagen.
Muchos inversores creen que la Reserva Federal controla las tasas de interés, pero realmente es el mercado el que establece los tipos de la deuda en el mercado. El aumento de las tasas de tipos que estamos viendo es la kryptonita de la Fed y no hay absolutamente nada que se pueda hacer al respecto puesto que los niveles de expansión monetaria están desorbitados.
Las posibilidades de que los inversores comiencen a percibir que los EE.UU. se están convirtiendo en un riesgo cada vez más grande van en aumento y teniendo en cuenta que la última crisis de la deuda del año 2008 no se resolvió, sino que simplemente se pospuso, va a ser muy difícil que haya un “tapering” sin que se inflija dolor a los mercados de valores.
No sabemos exactamente cuándo van a traducirse en ventas masivas y sostenidas como las que vimos en el año 1999 o 2008, pero sí que sabemos que los grandes inversores están descargando posiciones de cara a que ese momento, independientemente que no sea con carácter inmediato, les pille con un menor peso en el mercado de valores.
Para todos aquellos de ustedes que quieran saber qué y cómo van a ocurrir las cosas, les sugiero que estudien el Crash de 1907 que asoló Wall Street.