El verde regresa a las bolsas europeas tras la corrección y el nerviosismo de la víspera, incluida la española a pesar de sus dudas a media sesión. El Ibex 35 sube un 0,59% y marca su último cruce en los 9.124,3 puntos. Después de haberse visto en apuros para conservar los 9.000 puntos, el rebote de las energéticas lo lleva a conquistar incluso la siguiente centena.

Los avances de las energéticas y algunos otros valores finalmente eran suficiente para compensar el retroceso de algunos pesos pesados del selectivo. Tal era el caso de Telefónica, que perdía un 0,6% a pesar de haber recibido el visto bueno definitivo y sin condiciones de los reguladores de Reino Unido para la fusión de su filial O2 con Virgin Media. Incluso con el retroceso sufrido, sumaba su quinta sesión consecutiva por encima de los 4 euros por acción.

Los descensos se repetían en el sector turístico, con la pérdida de un 1,2% en IAG, que este jueves presentaba novedades sobre su desescalada en Fitur, y también para Meliá Hotels (-1%), al fondo de la tabla de revalorizaciones. Merlin Properties (-0,8%), ArcelorMittal (-0,7%) y Colonial (-0,6%).

La parte menos amable de la tabla de revalorizaciones también contaba con Inditex, que con pérdidas del 0,5% se descolgaba de los 32 euros por acción, y Repsol, un 0,4% abajo.

Los bandazos del sector financiero se resolvían finalmente al alza en la mayoría de casos. Las voces que apuntaban hacia un próximo regreso a una mayor libertad en el reparto de dividendos se traducían en subidas del 0,9% para Banco Sabadell, del 0,8% para BBVA y del 0,2% para Bankinter y el Santander.

Al otro extremo, las energéticas se consolidaban como resistencia frente a los recortes. Solaria se situaba al frente del rebote con subidas del 3,8%. Iberdrola (+1,8%), Siemens Gamesa (+1,5%) y Endesa (1,4%) también tiraban del carro, aunque por encima de ellas se colocaban Cellnex (+2,7%) y Amadeus (+2%).

Con este escenario, después de muchas idas y venidas, el Ibex 35 conseguía recuperar los 9.100 puntos y afianzarse sobre el soporte vital de los 9.050 puntos. Una cota cuya pérdida empeoraría el aspecto técnico del índice una vez que la Reserva Federal de EEUU (Fed) ya ha puesto sobre la mesa la posibilidad de introducir cierta modulación o tapering en sus políticas de estímulo.

Este discurso de la Fed favorecía la contracción de la rentabilidad de los bonos soberanos. El español a diez años marcaba tipos del 0,57% en una sesión en la que el Tesoro Público conseguía mejorar los costes de varias de las referencias colocadas en una nueva subasta. Además, la prima de riesgo se contraía hasta clavar los 70 puntos básicos.