Alto en el camino. El Ibex 35 termina la sesión teñido de rojo después de pasarse buena parte de ella buscando argumentos para aferrarse a terreno alcista. Los titubeos del selectivo, en línea con los de sus vecinos europeos, se han resuelto con caídas del 0,13% hasta los 9.196,9 puntos. Paso atrás marcado por el retroceso de la banca después de cuatro sesiones de ganancias y tres por encima de los 9.200 puntos.
Los valores financieros se convertían en el principal freno para el selectivo español, con descensos superiores al 1% en algunos casos. La delantera a la baja la ponían Bankinter (-1,6%) y CaixaBank (-1,4%). que pierden cerca de un 2%. El Santander (-0,6%) y BBVA (-0,5%) caían con más suavidad, pero su mayor peso en el selectivo era incluso más determinante.
También replegaban velas algunas de las compañías cíclicas que en los últimos días habían conseguido una mejor remontada. El rojo se apoderaba de las gráficas de compañías como Meliá Hotels (-0,8%) y ACS (-0,7%). No obstante, también las farmacéuticas Almirall (-0,7%) y PharmaMar (-0,9%) sucumbían al rojo, y eso que la segunda anunciaba significativos avances en su estudio de fase III para el tratamiento de la Covid-19 con su medicamento Aplidín.
A la baja acababa también Indra. Un 0,7% se dejaba en su cuarta sesión consecutiva de pérdidas, y eso que a primera hora intentaba el rebote, aunque sin mucho éxito. La inminente retirada de Fernando Abril-Martorell de la presidencia de la compañía, aún no consumada, sigue pasando factura a la compañía, que en este tobogán bajista ya pierde un 14% de su valor.
Al otro extremo de la tabla, los valores energéticos tomaban la delantera. En cabeza, Repsol, un 2% arriba. Siemens Gamesa sumaba un 1,3% a su gráfica, mientras que Acciona y Endesa prácticamente empataban un 0,9% al alza. También IAG conseguía enderezar el vuelo con subidas del 0,7% gracias a su señalamiento como aerolínea europea favorita por parte de los analistas de Bank of America.
A pesar de la perforación, el índice español sigue teniendo en los 9.200 puntos su cota más relevante para mantener su trayectoria alcista, aunque la zona de los 9.050 siguen ofreciendo un soporte clave para su gráfica. En teoría, según su análisis técnico, un retroceso que no comprometa esta cota no supondría nada mucho más allá de una corrección puntual tras su última remontada, que pese a cierres casi planos en algunas sesiones, ha llegado a sumar cuatro días en verde.
Mientras tanto, en el mercado secundario de renta fija, el mensaje de calma de los bancos centrales en torno al repunte de la inflación hacía su efecto. El rendimiento de los bonos españoles a diez años se suavizaba incluso por debajo del 0,45%, sensiblemente lejos del 0,6% de hace solo una semana. Además, la prima de riesgo se destensaba hasta los 66 puntos básicos.
En la agenda macroeconómica del día, pocas referencias de calado. Entre las más destacadas, la encuesta de confianza empresarial en Francia, que saltaba a terreno expansivo en los 107 puntos en su lectura de mayo.