Las bolsas europeas encaraban la última sesión de la semana con ánimo alcista después de jornadas de titubeos y retrocesos. El impulso de algunos datos macro y el buen aspecto técnico de las gráficas, aliviadas de la sobrecompra acumulada, tiraban hacia arriba de los índices. El Ibex 35 se anotaba avances del 0,42% al cierre, para situar su gráfica en los 9.224,6 puntos.

El índice español volvía a conquistar nuevos máximos anuales y, además, su séptima semana consecutiva en verde. Una duración alcista que igualaba la de su racha más larga desde mayo de 2018, cuando sumó un periodo tan largo como el de ahora sin probar los descensos semanales.

Al frente de los avances del Ibex, se colocaba Inditex, que repunta un 2,5% después de haber recibido una generosa mejora de recomendación de los analistas de HSBC, que ahora sitúan el precio objetivo de la textil en los 36 euros por acción.

Además, se le sumaba Indra, que respiraba un timidísimo 0,07% después de sesiones de castigo motivadas por la expulsión de la presidencia de Fernando Abril-Martorell. El hecho de que su relevo, Marc Murtra, no tenga funciones ejecutivas parecía aliviar en parte el malestar del mercado.

También al alza se colocaban al cierre las acciones de Siemens Gamesa (+2,3%). Y, a una mayor distancia, despuntaban valores como Merlin Properties (+1,9%), Mapfre (+1,7%) y Almirall (+1,5%).

En el lado de los descensos, el protagonista de la sesión se convertía en farolillo rojo del selectivo. Banco Sabadell sufría pérdidas del 6,5% para su cotización al encajar su nuevo plan estratégico. La hoja de ruta de la entidad, que descarta la eventual venta de su filial británica TSB, prevé ganancias de 700 millones de euros para el cierre del ejercicio 2023.

Más allá del banco, descensos para Fluidra (-2,5%), Meliá Hotels (-2%), Solaria (-1,5%) y Bankinter (-0,6%). Las acciones de Telefónica perdían un 0,3%, pero llegaban al cierre semanal por encima de los 4 euros por acción. Una cota que mantenían por un margen de 3 céntimos en la semana en la cual la compañía dio detalles de su próximo dividendo elección.

Mientras tanto, el consistente e insistente mensaje de los bancos centrales volvía a tener su efecto en el mercado secundario de deuda. Los bonos españoles a diez años veían su rentabilidad menguar hasta el 0,47%. La prima de riesgo se relajaba hasta los 67 puntos básicos.