Las acciones de Iberdrola arrastran 7 sesiones consecutivas de corrección que le han llevado a bajar desde los 11,54 euros del pasado miércoles 26 de mayo hasta los mínimos intradiarios que hizo el pasado viernes en los 10,58 euros.
Estamos hablando de una caída del 8,2% en muy poco tiempo. Además, hay que tener en cuenta que los mínimos del pasado viernes coinciden prácticamente con los que veíamos el pasado jueves 18 de marzo. Entonces se marcaban los 10,575 y por lo tanto perder este nivel de precios implicaría dar una continuidad correctiva hasta ir a testear el inicio de todo el movimiento que se inició el pasado 3 de marzo desde los 10 euros.
Por lo tanto, la zona de los 10,57 euros es vital. Máxime cuando además también podemos ver en el siguiente gráfico que se configura como un nivel de pivote que actuó como resistencia el pasado 1 de marzo.
Por lo tanto, es vital para esta semana no perder este nivel y buscar una reacción alcista que en primer lugar debería llevarnos hasta los 10,67 euros para poder pensar en el comienzo de una reacción.
Si este es el caso, entonces deberíamos alcanzar los 10,87 euros antes de que no se apague antes y posteriormente ver si hay ganas de ir a testear los 11 euros y que prácticamente se corresponde con la mitad de la bajada. Allí tenemos la media móvil de largo plazo y todo lo que no sea alcanzar dicho nivel únicamente debemos tratarlo como una mera reacción alcista fruto del estado de sobreventa extremo en el que se encuentra el valor.
Por lo tanto y en conclusión, el riesgo de viajar hacia los 10 euros es alto y quedará enormemente posible si perdemos los mínimos del pasado viernes.