Desde el pasado jueves 29 de octubre, las acciones de Telefónica vienen marcando una clara pauta de máximos y mínimos crecientes. y si bien es cierto que esa presión compradora ha venido yendo a menos sobre todo a partir de la segunda quincena del pasado mes de abril, todavía seguimos cotizando por encima de la media móvil de medio plazo que es lo que realmente importa.
Lo que ocurre es que la semana pasada abusamos bastante de esa red de seguridad que proporciona dicha media móvil al ser necesario un triple testeo tanto el lunes como el martes y miércoles para poder impulsarse de nuevo.
Pero como ese impulso al final ha sido insuficiente como para romper los 4 euros, toda parece indicar que vamos de nuevo a necesitar un nuevo testeo a dicha media móvil.
De seguir la misma pauta que ha conseguido hasta ahora, buscaríamos otra reacción alcista que nos llevaría de nuevo hacia la zona de los 4 euros, pero si perdemos esta media móvil que ahora se encuentra en los 3,88 euros, implicaría ir rápidamente a los niveles del pasado lunes 28 de junio en los 3,846 euros. Nivel que sí que sería bastante preocupante puesto que estaríamos hablando de una posible figura de giro en forma de Hombro-Cabeza-Hombro que de confirmarse podría llevar la cotización hasta las inmediaciones del soporte que vimos a finales del pasado mes de abril en torno a los 3,50 euros.
Por lo tanto, es claramente el principal riesgo al que se enfrenta la cotización de Telefónica a corto plazo. Puede permitirse el perder la media móvil de corto plazo, pero no los mínimos del pasado lunes en base cierres.
Otra parte, si conseguimos reaccionar al alza ante la presencia de la media móvil de medio plazo y acabamos reconquistando los 4 euros, entonces disolveríamos la figura potencial de Hombro-Cabeza-Hombro y con ello pelear por testear y marcar nuevos máximos anuales por encima de los 4,12 euros.