Mucha volatilidad la que estamos viendo en la cotización del precio de las acciones de Iberdrola tras la presentación de los resultados en los que obtiene un beneficio de 1.530 millones de euros que es un 18 % menos que el mismo periodo del año pasado. Y es que esos extraordinarios por la venta de las acciones de Siemens Gamesa han sido muy difíciles de reponer.
El valor abría con un hueco bajista en la sesión de hoy para luego cerrarlo de manera inmediata e inclusive superar los máximos de la tarde de ayer, que no los máximos intradiarios de la sesión. Sin embargo, seguimos viendo una continuidad de máximos decrecientes que le evita el poder alejarse de la zona de peligro alrededor de los 10 euros.
Por lo tanto, los mínimos que veíamos el pasado lunes en los 10,095 euros siguen siendo clave para evitar el testeo a los recientes mínimos en los 9,95 euros cuya pérdida nos llevaría de manera inmediata los mínimos anuales que se encuentran en 9,772 euros.
Perder este último nivel, generaría un deterioro bastante grave en la cotización de medio y largo plazo ya que según podemos ver en el anterior gráfico semanal tendríamos completado una figura de casi un año de duración típica de techos de mercado.
Estamos hablando de un hombro cabeza hombro cuyo potencial movimiento de corrección nos llevaría a la zona de los 8 euros donde está esperando tranquilamente la media móvil de medio plazo.
Este escenario no es nada descartable y la única forma de evitarlo es conseguir que el precio de las acciones de Iberdrola logren romper la pauta de máximos decrecientes que presenta el valor desde el pasado mes de abril viendo cotizaciones sostenidas por encima de los 10,50 euros que es hacia donde se dirige la media móvil de medio plazo.