El verde tiñó una jornada más -y van tres seguidas- las bolsas europeas. Las compras volvieron a dominar ante la reiteración de estímulos y bajos tipos de interés proclamada por el Banco Central Europeo (BCE). El Ibex 35 sumó un 0,64% a su gráfica, hasta los 8.621,8 puntos. Una cota que devuelve su gráfica a la cota de los 8.600 enteros perdida hace una semana.
Una vez más, los valores financieros se convirtieron en el motor de los avances, aunque tampoco ocuparon los primeros puestos. La insistencia del BCE en la necesidad de conservar los estímulos monetarios desplegados hasta tener una "clara evidencia" de que la crisis se ha superado ayudó a la continuidad alcista de las bolsas en la Eurozona. De hecho, el discurso de Lagarde invitaba a los analistas a pensar en una mayor persistencia de los tipos en mínimos históricos.
Al frente de los avances, Solaria sumó un 3,6% a su gráfica, mientras que Fluidra se anotó ganancias del 3,3% en la sesión. El podio lo completó Indra, una jornada más entre los valores más pujantes del índice español, un 2,5% al alza. Algunos pesos pesados como Endesa (+2,3%) e Iberdrola (+1,5%) también apostaron con decisión por las ganancias.
A este grupo de remontada se sumó también Bankinter, un 1,7% arriba este jueves en el que dio el pistoletazo de salida a la temporada de presentación de resultados del segundo trimestre entre las entidades financieras españolas. Avances del entorno del 1% después de haber publicado un beneficio de 1.140 millones de euros gracias a las plusvalías por Línea Directa.
Del otro lado de la tabla de revalorizaciones, una decena de valores. Entre los más penalizados se colocaron Banco Sabadell (-2,1%), Merlin Properties (-1,7%) y la socimi Colonial, que el año pasado fue la cotizada del Ibex 35 que más reforzó posiciones en autocartera.
Más allá del selectivo, este jueves era día de estreno en la Bolsa de Madrid. La consultora de comunicación LLYC debutó en BME Growth con alzas del 32% después de casi dos horas incapaz de casar la avalancha de órdenes de compra que se producían tras su tradicional toque de campana.
Con todos estos ingredientes, el Ibex 35 se quedó corto en su objetivo de la consecución de los 8.670 puntos para alejarse con más solvencia de sus recientes episodios bajistas. En sentido contrario, la perforación de sus mínimos del pasado lunes serían señal de que la corrección podría ir a más e irse aproximando a los 8.000 puntos.
Por lo que se refiere al mercado secundario de deuda soberana, el efecto de la reunión del BCE era aún más evidente que en bolsa. También porque el dato provisional de confianza del consumidor de la Eurozona empeoraba hasta -4,4 puntos. Un dato que hacía mella en el optimismo de la renta variable.
La continuidad de los tipos de interés en sus mínimos históricos se tradujo en un repliegue del rendimiento de los bonos españoles a diez años hasta descolgarse del 0,29%. No obstante, el efecto casi al unísono en todas las referencias gubernamentales de la Eurozona dio lugar a una contracción más ligera de la prima de riesgo, en los 72 puntos básicos.