Volvió el verde. El Ibex 35 consiguió recuperar el tono alcista después de tres semanas consecutivas de caídas. El índice español sumó un 2,48% en las últimas cinco jornadas gracias a que en cuatro de ellas logró decantarse por terreno alcista. Su mejor semana desde el arranque de mayo devolvió su gráfica a los 8.717,2 puntos.
A pesar de que el Ibex 35 siguió lejos de recuperar el terreno perdido en las últimas semanas, la remontada fue considerable y de las más generosas de entre sus vecinos europeos. Y es que el selectivo remontó más de 400 puntos animado por los anuncios de reapertura social pese al incremento de contagios por la variante Delta del coronavirus y, sobre todo, por el Banco Central Europeo (BCE).
La institución presidida por Christine Lagarde insistió el jueves en la defensa de su programa de estímulos a pesar del tímido repunte de la inflación en la Eurozona. Un discurso que volvió a alejar el horizonte de las subidas de tipos de interés a esta orilla del Atlántico y, por lo tanto, presionó los rendimientos de los bonos mientras que dio nuevos argumentos a la remontada de la renta variable.
Aunque Lagarde reconoció que “la economía de la Eurozona se ha recuperado y camina hacia un fuerte crecimiento en el tercer trimestre”, también insistió en que las incertidumbres sobre la evolución de la pandemia siguen siendo muchas. Unas declaraciones que, unidas al comunicado de política monetaria emitido el jueves, trataron de alejar la sombra de un tropiezo en el manejo de la situación al estilo del cometido por el BCE en 2011.
Esta continuidad de estímulos y la previsión de que, gracias a la nueva estrategia monetaria del BCE, no habrá subida de las tasas oficiales por sopresa ni a corto plazo, fue el principal motor de los mercados. Si bien también contribuyó el hecho de que varios países levantaron restricciones a pesar de la complicada situación epidemiológica mundial.
Banca y energéticas
Otra de las consecuencias del mensaje del BCE estuvo en el hecho de que la banca no contribuyó a la remontada del índice español tanto como otros sectores. De hecho, algunos como el Sabadell (-4,9%) y el Santander (-1,4%) se colocaron entre los más penalizados de la semana.
Apenas ocho valores acabaron la semana con balance negativo. Un reducido grupo entre los que también destacaron Cie Automotive (-2,2%) y Repsol (-1,4%). ArcelorMittal también se colocó en rojo, aunque por un ínfimo 0,02%.
Al otro extremo, los valores más pujantes fueron los del sector energético. Siemens Gamesa (+4,7%), Solaria (+4,3%) y Endesa (+3,3%) se colocaron en la parte alta de la tabla de revalorizaciones después de semanas de castigo por la incertidumbre regulatoria en torno a su retribución.
No obstante, los rebotes más significativos se los apuntaron Indra y PharmaMar, con avances del 6,7% y el 5,7%, respectivamente. Bankinter, que dio el pistoletazo de salida a la temporada de presentación de resultados de la banca, terminó con avances del 2,3% para su gráfica.
En la última sesión de la semana, en la que el índice español se apuntó un ascenso del 1,1%, precisamente Bankinter fue uno de los valores más destacados, con subidas del 2,5%. Solo se colocó por delante del banco la metalúrgica ArcelorMittal, un 2,9% arriba.
El podio ganador se completó con el Sabadell, un 2,4% al alza. El fin de las limitaciones al pago de dividendos en el sector bancario, confirmado por el BCE al cierre de la sesión bursátil, se adelantaba también con cotizaciones como el 2,2% al alza de BBVA y el 1,6% de CaixaBank.
Por el otro lado, el rojo de las pérdidas solo tiñó las gráficas de siete valores. Los retrocesos más significativos se los apuntaron Siemens Gamesa (-2,7%), Solaria (-1,7%) y Meliá Hotels (-1,5%).
Cae la rentabilidad del bono
En el mercado secundario de deuda, el discurso del BCE se tradujo en un fuerte retroceso en la rentabilidad de los bonos españoles a diez años. Nada menos que de un 26% en los últimos cinco días, pues el viernes se descolgó incluso hasta el 0,27%.
A consecuencia de este comportamiento, ligeramente más acusados en los papeles de las economías consideradas periféricas de la Eurozona, la prima de riesgo también se contrajo. Desde los 72 puntos a los que empezó la semana a despedirse de la penúltima de julio en los 68 básicos.