Aproveche este mes de agosto para viajar por el país y analice lo que ve. Al igual que sabe que existe un exceso de confianza en los mercados de valores, note como éste se impregna en todos los aspectos de la vida. Se crea una realidad paralela que viene provocado en buena medida por un falso optimismo basado en la publicidad engañosa.
Empresas como Facebook o Google están liderando esta economía virtual haciendo verdaderas fortunas de dinero propagando la desinformación. Ese es su modelo de negocio y es muy lucrativo.
Amazon hunde y aniquila a la pequeña empresa, Apple fabrica en China mientras que Microsoft preside un monopolio de software. Pero mientras todo esto ocurre, las acciones de la vieja economía real negocian a la baja o en el peor de los casos en rangos de precios que no les llevan a ningún sitio gracias a los continuos rescates monetarios.
Programa de recompras
Luego también tenemos otras empresas que gracias a sus programas de recompras de acciones impulsan su precio y con ello ayudan al S&P 500. Están creando una ilusión de crecimiento de las ganancias únicamente reduciendo la cantidad de acciones en circulación.
De hecho, la mayoría de las compañías dañarán aún más sus inflados balances para poder seguir haciéndolo porque de lo contrario quedarán fuera de la diana de una potente cantidad de ociosos especuladores apalancados que suben el valor en el que ponen el ojo.
Los optimistas quieren hacernos creer que esta borrachera de deuda impulsada por la pandemia no tendrá consecuencias.
Hace poco hemos visto como la salida a bolsa de Coinbase supuso el inicio de una gran caída en el Bitcoin. Esta semana hemos asistido a la colocación de una empresa que estafa a los inversores millennials con sus ahorros de toda la vida en nombre de la "democratización de las finanzas". Nada podría estar más lejos de la verdad.
Robinhood es la fachada visible del grupo de alta frecuencia más grande y oscuro del planeta: Citadel.
¿Veremos ahora el techo del mercado?