El Tesoro Público ha colocado este jueves 5.190,12 millones de euros en una nueva subasta de bonos y obligaciones, algo por encima del rango medio previsto, y lo ha hecho cobrando algo menos a los inversores por los bonos a tres y cinco años, y ofreciendo más rentabilidad en la obligación a 10 años.
La demanda conjunta de la subasta, con la que el Tesoro finaliza las emisiones del mes de septiembre, ha superado los 10.000 millones de euros, casi el doble de lo adjudicado en los mercados, lo que demuestra el interés de los inversores por los títulos de deuda españoles.
En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha colocado 1.390,43 millones en el bono a tres años, frente a una demanda de más de 2.600 millones, y el interés marginal se ha colocado en el -0,511%, menos negativo que el -0,536% ofrecido en la subasta previa.
Asimismo, ha colocado 1.750 millones de euros en el bono a cinco años, por debajo de las peticiones por 4.455 millones de euros, con una rentabilidad marginal del -0,367%, por lo que ha cobrado menos que en la subasta previa (-0,427%).
El Tesoro Público ha adjudicado también 2.049,69 millones de euros en obligaciones a 10 años, frente a una demanda por 2.889 millones, y el interés marginal se ha colocado en el 0,336%, por encima del 0,314% de la emisión previa.
Tras la emisión de este jueves, el Tesoro volverá a los mercados de deuda el 5 de octubre con una subasta de letras a seis y doce meses, a la que seguirá una de bonos y obligaciones del Estado el 7 de octubre.
Bonos verdes
Este mes de septiembre ha estado marcado por la primera emisión de bonos verdes de España, con el lanzamiento de una referencia a 20 años por un volumen de unos 5.000 millones de euros, que recibió una demanda de 60.000 millones de euros, muestra del elevado interés de las 464 cuentas inversoras participantes en la emisión.
La demanda supero 12 veces la cantidad emitida, con una ratio de cobertura superior a la de las emisiones inaugurales de bonos verdes de otros países europeos, contando con una alta participación de inversores internacionales (91,7%) y de inversores centrados en la sostenibilidad a largo plazo.
La elevada demanda permitió que la nueva referencia se haya emitido con un cupón del 1% y una rentabilidad del 1,034%, reduciéndose el coste de financiación para el Tesoro por el carácter verde de la emisión.
Los bonos verdes son títulos de deuda que se usan íntegramente en proyectos verdes que impactan de manera positiva en el medio ambiente, entre los que destacan la construcción de instalaciones renovables, la eficiencia energética, el transporte limpio o una correcta gestión de residuos.
De forma específica, se financiarán inversiones en la red de transporte ferroviario eléctrico, proyectos de I+D+i para la mitigación y adaptación al cambio climático, inversiones para la mejora en la gestión del agua o gastos destinados a la prevención de incendios y a la defensa de las especies autóctonas, entre otros.