La Casa Blanca ha nominado a Saule Omarova para dirigir la Oficina del Supervisor de la Moneda, una conocida crítica de las criptomonedas, que se suma a otros cargos gubernamentales con pensamientos similares.
Tras la prohibición completa de la minería y la negociación de criptos en China, no se espera nada similar en los EEUU pero preocupa un exceso de regulación.
Ayer mismo Ellon Musk declaró: "No es posible, creo, destruir las 'criptos', pero sí es posible que los gobiernos frenen su avance".
Si el Senado confirma a esta profesora de derecho de la Universidad de Cornell, se teme que la OCC (por sus siglas en inglés) vaya aún más lejos para crear reglas más estrictas para el entorno cripto.
Michael Hsu, el director interino mientras se resuelve la nominación de Omarova, ya ha avisado afirmando que cree que las monedas virtuales podrían ser "tan peligrosas como los complejos derivados" que desencadenaron la crisis financiera de 2008.
Más regulaciones
El presidente de la Comisión de Bolsa y Valores, Gary Gensler, declaró no hace mucho que el mercado de criptomonedas está "plagado de fraudes, estafas y abusos".
Gensler quiere que las criptomonedas estén reguladas igual que los valores, lo que choca con la idea misma de las criptos.
En la mayoría de las plataformas los clientes tienen que pasar por una moneda intermedia o “stablecoin” antes de acceder a cualquier criptodivisa y la más utilizada para ello es el tether.
También se estarían preparando nuevas reglas para Tether, cuyo valor está atado al dólar arbitrariamente. "Estas monedas estables están actuando casi como fichas de poker en el casino en este momento", ha declarado Gensler.
Polémica medioambiental
Según un estudio reciente de los economistas Alex de Vries y Christian Stoll la red de bitcoin genera anualmente 30,7 kilotones métricos de residuos al tirar los equipos de minería, debido a la corta vida útil de los ordenadores empleados en esta actividad.
Es decir, una transacción de bitcoin genera la misma cantidad de residuos electrónicos que tirar dos iPhones. En 2020 se produjeron 112,5 millones de transacciones, lo que "equivale a un mínimo de 272 gramos de residuos electrónicos por transacción de bitcoin".
Esto quiere decir que no es sólo el factor contaminante, ya estudiado y denunciado desde hace años, del gasto energético, también existe el problema de los residuos físicos que genera esta moneda virtual. Y hay miles de criptos diferentes.
Esto también está relacionado con su poca eficiencia como medio de pago, ya que como dice el profesor de la Columbia University, Willen H. Buiter: “Como su tamaño de bloque tiene un tope de un megabyte y el proceso de descubrimiento de bloques toma aproximadamente diez minutos, con bitcoin sólo se pueden realizar siete transacciones por segundo. Por el contrario, Visa ejecuta un promedio de 1.700 transacciones por segundo.”
Aumentar las emisiones de CO2 a la atmósfera con las criptos cuando por intentar reducir la contaminación se están tomando medidas agresivas que incluso afectan a nuestro crecimiento económico, es también polémico.
Si bien hay quien cree que todo esto se utiliza como excusa ya que la Fed también está considerando establecer su propia moneda digital, por lo que el gobierno estadounidense estaría colaborando con este propósito dificultando las operaciones a la competencia.
Precisamente hoy la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (Finma) ha aprobado la creación del primer fondo de inversión en criptoactivos del país, aunque su acceso estará restringido a inversores cualificados debido a su elevado riesgo.