Parece que le crecen los enanos al BBVA en relación a sus intereses económicos en Turquía a través de su participada Garanti.
Justo cuando se acerca el momento de confesarse ante los accionistas con la presentación de sus resultados trimestrales el próximo viernes, renace de nuevo el viejo problema de exposición de una economía con una moneda marcando nuevos mínimos contra el dólar de un país que cada vez tienen más difícil la entrada en Europa.
Y es que los accionistas del BBVA siempre reaccionan a la baja cuando se oyen problemas desde Turquía. Luego, con el paso del tiempo y, sobre todo, viendo que Garanti arroja el 15% de sus resultados globales, se les pasa el miedo y la acción siempre suele recuperarse de las bajadas.
En estos momentos, el precio de las acciones del BBVA han vuelto a testear la media móvil de medio plazo que pasa por los 5,60 euros y ha frenado su caída.
Este nivel de soporte dinámico, con el testeo de hoy, ya ha sido testeado en tres ocasiones en lo que llevamos de mes y por lo tanto hay que tenerlo en consideración, ya que, si bien es cierto que no estamos viendo una reacción potente desde este nivel de precios, sí que estamos ante un nivel muy propenso para ello.
Además, no es ninguna locura el que, tanto un inversor con visión medioplacista como uno de corto plazo, entren con la mitad del importe que acostumbran a hacerlo, ya que las expectativas para los resultados que conoceremos el viernes son buenas.
Solo habría que preocuparse si efectivamente la tensión y presión bajista con la lira turca va a más y eso hace que el precio de la acción se coloque por debajo de los 5,57 euros.
Aún así, es altamente probable que las caídas en la acción no acabasen en los 4,98 euros donde tenemos la media móvil de largo plazo y por lo tanto sería asequible la entrada con el resto de la posición ante una supuesta reacción alcista en los 5,17 euros en el peor de los casos.