Las bolsas europeas buscaron desde primera hora de este miércoles el camino de vuelta para resarcirse de los descensos de la víspera y lo encontraron. El Ibex 35 sumó un 1,78%, de manera que se anotó su mejor sesión en ocho semanas -desde el 7 de octubre- y no solo consiguió alejarse del soporte de los 8.300 puntos, sino que alcanzó los 8.452,6 puntos.
La ágil reacción de las instituciones ante la aparición de la variante ómicron de la Covid-19 y los cazadores de gangas provocaron este giro.
En el caso del parqué madrileño, uno de los protagonistas de la remontada fue Inditex, que llegó a sumar un 4,49% al cierre después de los descensos del martes a consecuencia del anuncio del relevo en su presidencia. También repuntaron con brío las acciones de algunos valores vinculados al sector turístico, como IAG, segunda arriba con alzas del 3,8%, y Amadeus (+3,4%).
El verde también tiñó las gráficas de Repsol, hasta un 2,3% al alza. Los accionistas de la petrolera siguieron muy pendientes de cuáles serán las decisiones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios (OPEP+) en la reunión de dos días que hoy comienzan. No se esperan grandes cambios en su política reciente, pero sí declaraciones más claras a tenor de los últimos vaivenes en la cotización de la materia prima.
Del otro extremo, valores como Siemens Gamesa (-3,1%) y las socimis Merlin Properties (-1,65%) y Colonial (-1,38%), que se situaron en la parte menos amable de la tabla de revalorizaciones en la sesión de media semana y estreno de diciembre.
Más allá de los componentes del índice rey de la bolsa española, Adolfo Domínguez se colocó en el foco con la presentación de sus cuentas semestrales. Las acciones de la textil cedieron un 1,82% a pesar de haber conseguido incrementar las ventas un 50% entre los meses de marzo y agosto de este año.
La clave por el terreno macroeconómico la trajeron los índices PMI de las principales economías. En el caso español, el indicador de actividad en el sector manufacturero retrocedió en vez de apuntarse el rebote que aguardaban los analistas: hasta los 57,1 puntos.
También reclamaron su cuota de atención los datos de ventas minoristas en Alemania, el cambio de empleo no agrícola ADP en EEUU, que ha sido más amable de lo esperado, y el índice ISM de empleo del sector manufacturero en el mismo país. Además, muchas miradas hacia el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, que ha comenzado a usar un discurso en el que la inflación no parece ya tan transitoria para los miembros de la institución. Eso sí, con pies de plomo en una aproximación extremadamente cautelosa.